El primer ministro Erdoğan inauguraba el pasado viernes el espectacular edificio de 66 plantas y 261 metros de altura, situado en el distrito financiero de Levent y que alberga un centro comercial, viviendas y una terraza panorámica desde la que puede contemplarse una magnífica vista en 360º de toda la ciudad, desde una perspectiva única.
Desde su privilegiada situación, la panorámica desde el último piso del Istanbul Sapphire permite a sus visitantes contemplar al mismo tiempo el Estrecho del Bósforo, Santa Sofía, Sultanahmet, y muchos otros edificios y zonas emblemáticos de la ciudad, así como los dos continentes -Europa y Asia- sobre los que se asienta Estambul y los dos puentes que los conectan sobre el Bósforo.
El impresionante rascacielos que forma ya parte del paisaje de Estambul, que acoge además un campo de golf, se sitúa así como el edificio más alto de Europa, aunque su reinado será corto: su altura será superada por el Diamond of Istanbul, otro rascacielos proyectado para el vecino distrito de Maslak que tendrá 270 metros de altura, y cuya finalización está prevista para 2015.
Se espera que el Istanbul Sapphire, cuya construcción ha costado unos 107 millones de euros, reciba anualmente 15 millones de turistas tanto turcos como extranjeros.
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