La habitual estampa de los globos aerostáticos que se elevan en las primeras horas de la mañana sobre los paisajes de la Capadocia para pasear a los turistas que visitan la región se tiñó el domingo con los colores rojo y blanco combinados de las banderas de Japón y Turquía, en señal de solidaridad con las víctimas del devastador terremoto.
Los globos despegaron a primera hora del domingo con su habitual carga de turistas de diversas nacionalidades -muchos de ellos de Japón-, pero en esta ocasión de todos ellos colgaban numerosas banderas de Japón y Turquía, en señal de hermandad y solidaridad con las víctimas del terremoto y el tsunami en Japón, que ha causado cerca de 10.000 muertos.
Los organizadores también distribuyeron decenas de banderas de ambos países entre los numerosos turistas que se subieron esta mañana para hacer el tour en globo sobre los espectaculares paisajes de la Capadocia. En uno de los globos podía leerse una gigantesca pancarta colgando que decía "Vuestro dolor es nuestro dolor" y "Rezad por Japón", escrito en inglés, japonés y turco.
Los viajes en globo por Capadocia son uno de los principales atractivos de esta turística región de Turquía, conocida por sus famosas "chimeneas de hadas" y sus misteriosas ciudades subterráneas, excavadas durante siglos y siglos en la roca por sus habitantes.
Pese a la enorme distancia que los separa, Japón y Turquía mantienen desde hace mucho tiempo una larga y profunda relación de amistad mútua, cuyos orígenes se remontan al año 1.890, cuando la fragata otomana Ertuğrul se hundió frente a las costas de Wakayama, en Japón, tras haber sido enviada por el Sultán con una embajada y regalos para el Emperador Meiji. Los japoneses rescataron a los supervivientes y el emperador nipón ordenó que fueran devueltos a su patria en dos fragatas japonesas, sellando así el inicio de la amistad turco-japonesa. Precisamente en 2010, año que fue declarado en Turquía oficialmente como "el Año de Japón", se conmemoró el 120 aniversario de esta amistad.
En 1985 Turquía tuvo ocasión de devolver al pueblo japonés este gesto durante la guerra entre Irán e Irak, cuando el conflicto estaba en su punto álgido y cualquier vuelo que despegara de Irán corría el riesgo de ser derribado. Pese a la amenaza, el gobierno turco no dudó en enviar un avión para rescatar a 215 ciudadanos japoneses que residían en Teherán. El gobierno turco emitió entonces un comunicado diciendo: "No hemos olvidado el rescate de los marineros del Ertuğrul... Por tanto, cuando supimos que había ciudadanos japoneses que necesitaban ayuda, acudimos a su rescate".
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