El anuncio del gobierno griego de que construirá un muro o una valla de separación en su frontera con Turquía para impedir la entrada de inmigrantes ilegales ha sorprendido en Bruselas, pero muchas voces, desde ONGs a la Comisión Europea pasando por la propia oposición en Grecia, ya se han apresurado a criticar un plan que supone una violación de los derechos humanos y que sólo traerá resultados a corto plazo.
Aunque Turquía y Grecia comparten una frontera terrestre de más de 200 kilómetros, casi toda ella está limitada por el río Evros, que hace de límite entre los dos países vecinos y es patrullado por lanchas de la policía fronteriza griega. Sólo 12´5 km de esa frontera son terreno sin una división natural, esa es precisamente la parte que Grecia pretende ahora dividir físicamente para tratar de evitar el flujo de inmigrantes que llegan en busca del sueño europeo.
El proyecto se inspiraría, según algunos medios, en el modelo erigido por España en la frontera de Ceuta con Marruecos, una valla doble alambrada con cámaras térmicas y sensores de movimiento; sin embargo, otros períódicos apuntan a que el modelo será la barrera levantada en la frontera estadounidense con México.
En cualquier caso, tanto desde la oposición griega como desde la Unión Europea ya han criticado los planes de construir ese muro. "Las vallas y los muros han demostrado en el pasado ser medidas de auténtico corto plazo, que no ayudan en realidad a afrontar y gestionar los retos migratorios", explicó un portavoz de la Comisión Europea.
Tanto el partido conservador como el comunista rechazaron también los planes del gobierno socialista del primer ministro Papandreu de construir una barrera física en la frontera con Turquía, asegurando que “la construcción de un muro en las inmediaciones del río Evros no da una solución", según explicó uno de sus portavoces.
El ejecutivo heleno ya calificado sin embargo de "hipócritas" las críticas llegadas tanto desde Grecia como desde Bruselas, a quien Atenas está presionando para que permita que los inmigrantes que llegan al país sean luego distribuídos entre los países europeos. En 2010 unos 130.000 inmigrantes ilegales entraron en la UE a través de Grecia, aunque sólo 40.000 de ellos utilizaron la frontera terrestre greco-turca limitada por el río Evros. No obstante según datos Frontex, el pasado mes de octubre una media de 245 personas cruzaron ilegalmente a diario esa frontera, principalmente con personas procedentes de Asia y África.
Para algunos expertos la solución podría pasar por un acuerdo definitivo sobre inmigración entre la Unión Europea y Turquía, ya que el país euroasiático y eterno aspirante a la UE se ha convertido en uno de los principales corredores para la inmigración ilegal procedente de Oriente Medio y Asia Central. Pero a día de hoy no hay perspectivas de un acuerdo ni fecha prevista para conseguirlo. Aun así un portavoz de la Comisaria de Interior e Inmigración de la UE, Cecilia Malmström, señalaba sin embargo que muros o alambradas son medidas a corto plazo que no abordan de forma estructural la inmigración clandestina", cuya solución pasa por actuar en los países de origen y acuerdos con los de tránsito, como es el caso de Turquía.
Los más críticos con esta medida recuerdan otros muros ya construidos en el mundo, como el que por ejemplo divide Cisjordania de Israel. Organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional también han criticado la propuesta griega, afirmando que “la UE está discriminando a personas que huyen de la persecución o de la extrema pobreza”.
2 comentarios:
hola hola! considerando cómo están las cosas y qué buenas cifras económicas tiene Turquía, frente a las pésimas cifras griegas... los turcos deberían alegrarse, ya que tienen el muro hecho para cuando los griegos empiecen a migrar en masa hacia Turquía en busca de trabajo ;)
en todo caso, tengo entendido que ha habido tantas protestas por parte de otros países UE que GR ya no lo va a construir...
Un saludo desde Alemania!
Pues como dices, por las perspectivas económicas de aquí a unos años no lo descarto. Pero en cualquier caso la construcción de ese muro -si lo construyen, que espero que no lo hagan- no debería ocultar el hecho de que Grecia ha recibido numerosas denuncias por las condiciones absolutamente inhumanas e indignas en las que "aloja" a los inmigrantes (yo he visto imágenes y parecían animales enjaulados, no seres humanos). Todo esto está sacando también a la luz mucho racismo que hay patente en la sociedad griega, donde por desgracia mucha gente sigue asociando la religión con la nacionalidad (es decir: que uno debe ser cristiano ortodoxo para ser griego).
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