Hispanatolia
La selección nacional de baloncesto de Turquía sumó el martes su tercera victoria consecutiva y se impuso por 65-76 en un partido memorable en el que venció con toda comodidad a una Grecia venida a menos, clasificándose así automáticamente para los octavos del Mundial el mismo día que España pinchó ante Lutuania y se complicó la clasificación.
Los anfitriones del Mundial de Basket 2010 se impusieron a sus eternos rivales griegos por once puntos de diferencia en lo que a juicio de muchos titulares en prensa tanto nacional como internacional fue un gran partido de baloncesto. İlyasova sin duda fue uno de los jugadores claves del partido para el ariete otomano, que arrolló sobre la cancha a una Grecia que se vino a menos a medida que fueron pasando los minutos y que nunca llegó a ponerse por delante en el marcador.
El primer cuarto empezó fuerte, con la selección turca apoyada por una potente afición que llenaba las gradas y el aire con sus vítores. Ersan İlyasova fue el gran protagonista, anotando 12 de los 22 puntos que subió Turquía al marcador en el primer cuarto y eclipsando el juego de los helenos.
El segundo y tercer cuarto fue un quiero y no puedo de los griegos, que llegaron a estar a un punto pero que siempre erraban en el último minuto permitiendo a Turquía recuperar el balón y encestar de nuevo. El "infierno turco" atronaba en las gradas del Ankara Arena y eso se notaba: los otomanos lejos de amilanarse se vinieron arriba y prueba de ello es que al final del tercer período la ventaja sobre Grecia llegaba a los 14 puntos.
El último cuarto fue más de lo mismo y los anfitriones no sufrieron y dominaron claramente los últimos diez minutos del encuentro, a pesar de que Grecia lo seguía intentando. İlyasova fue de nuevo el director de orquesta y remató la faena en la cancha con un espectacular seis de seis desde la línea de triples. Turquía acababa el partido cómodamente y con la tranquilidad de saberse que ya están clasificados para octavos de final, quedando líderes del Grupo C tras haber ganado claramente sus tres partidos de clasificación, y demostrando que tiene juego y afición de sobra en este Mundial.
A la misma hora que Turquía ponía sus cartas sobre la mesa y sentenciaba su pase a octavos, España se complicaba nuevamente las cosas ante Lituania tras la primera decepción ante Francia y pasaba de tener 18 puntos de ventaja (minuto 26 del encuentro) a acabar perdiendo el partido por 73-76. De nuevo los de Scariolo evidenciaron fallos y carencias, esta vez sobre todo en el ataque; mucho tendrán que cambiar las cosas para la selección española -que ya no puede permitirse más fallos en sus próximos partidos ante Líbano y Canadá- si quiere aspirar a revalidar su título de hace cuatro años.
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