Una mayoría de diputados israelíes revocaron los privilegios parlamentarios a la única diputada de origen árabe, a la que acusaron de "traidora" por participar en la "Flotilla de la Libertad" y posteriormente denunciar el asalto que a finales de mayo causó 9 muertos cuando los barcos fueron abordados por comandos israelíes en aguas internacionales.
Hanin Zoabi, parlamentaria de 41 años en representación del Balad, que representa a la minoría árabe que vive en Israel, fue privada de su pasaporte diplomático, su derecho a salir del país o de contar con el apoyo financiero estatal pese a su condición de diputada en una decisión que fue aprobada por 34 votos a favor frente a 16 en contra, mientras que los restantes 70 diputados no participaron en la votación, tal y como informó la televisión israelí el miércoles.
Zoabi, única diputada de origen árabe en la Knesset (parlamento de Israel), calificó de "racista" la medida y acusó a sus colegas de infringir los derechos y las libertades de toda la minoría árabe de Israel. "No es sorprendente que el Estado que niega a un millón de sus ciudadanos árabes los derechos fundamentales, revoque derechos de un parlamentario que presenta honestamente los intereses de su electorado", dijo Zoabi, que subrayó que el proyecto de ley que limita la actividad parlamentaria y social tanto de ella como de su partido "es un precedente alarmante para la comunidad árabe, una señal hostil".
Por su parte los diputados israelíes justificaron la medida y acusaron a Zoabi de "simpatizar" con los enemigos de Israel, entre ellos Irán, y de desear la desaparición del Estado de Israel.
Acoso y amenazas
"Tras haber recibido 50 amenazas de muerte dejé de contar. Le dije a mi secretaria que ya no me informara sobre ellas", declaró Zoabi durante una entrevista con la prensa. Ella era una de los parlamentarios y activistas de más de una treintena de países que viajaba a bordo del barco de bandera turca "Mavi Marmara" ("Mármara Azul"), que encabezaba la "Flotilla de la libertad" (organizada por el Free Gaza Movement) cuando comandos del ejército israelí lo asaltaron en la madrugada del 31 de mayo.
"A mí me trataron con bastante cuidado porque sabían que era integrante de la Knesset (parlamento). También me mantuvieron apartada de otros pasajeros que fueron golpeados y maltratados, porque no querían que yo pudiera dar testimonio de esto", dijo Zoabi.
Esta diputada árabe del parlamento israelí aseguró que durante las primeras horas posteriores al abordaje, los soldados tampoco permitieron que los pasajeros heridos recibieran tratamiento médico, a pesr de que ella misma acercó un cartel escrito en hebreo hasta el lugar donde se encontraban los soldados israelíes en el que pedía asistencia médica para los activistas heridos. "También los llamé en inglés, y les dije que había pasajeros gravemente heridos que necesitaban atención médica urgente, pero me ignoraron. Los dos murieron después de 40 minutos", declaró.
Zoabi también acusó a las autoridades israelíes de inventar cargos contra los pasajeros. "Cuando me interrogaron en el puerto israelí de Ashdod, me acusaron de atacar a los soldados, o de amenazar sus vidas y de poseer cuchillos... Simplemente me reí en sus caras, era muy ridículo", recordó.
Tras su arresto, interrogatorio y posterior liberación, Zoabi regresó a su actividad en la Knesset pero el ambiente hacia ella era tremendamente hostil; fue sometida a un torrente de acusaciones e insultos, que incluyeron algunos de corte racista y sexista. Algunos de esos comentarios fueron tan degradantes e insultantes que luego fueron eliminados de los registros de la Knesset. Varios parlamentarios incluso tuvieron que intervenir para impedir físicamente que uno de ellos agrediera a Zoabi, que fue calificada como "terrorista" y "traidora".
Tras retirarle varios de sus derechos como parlamentaria y como ciudadana israelí, el Ministerio del Interior de Israel ha pedido incluso que se le retire la ciudadanía. "Si es necesario llevaré el caso a tribunales para luchar por mantener mis privilegios parlamentarios y mi ciudadanía", declaró la diputada a la prensa.
En cuanto a la investigación que el propio estado israelí ha abierto sobre lo ocurrido durante el asalto a la flotilla humanitaria, Zoabi duda que sea mínimamente creíble o legítima. "Ellos no cuestionarán a ninguno de los comandos involucrados, ni permitirán que los supervivientes testifiquen. Además, Netanyahu (primer ministro israelí) ya llegó a una conclusión aún antes de que se pusiera en marcha la investigación; él dijo que la investigación demostraría que los comandos actuaron en defensa propia, y que el abordaje de Israel estuvo en línea con el derecho internacional... ¿Qué clase de investigación legítima es esa?", se preguntó Zoabi.
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