La región oriental de Anatolia y especialmente la provincia turca de Ağrı intenta recuperarse de los graves daños causados por las lluvias torrenciales, que han inundado miles de viviendas por segunda vez en lo que va de mes causando la desesperación de sus habitantes.
Los aguaceros que duraron entre el martes por la noche y el miércoles por la mañana causaron graves perturbaciones en el Este de Turquía y en especial en Ağrı, provincia fronteriza con Irán, donde alrededor de 3.000 edificios quedaron inundados y un puente sobre el río Taşlıçay se derrumbó debido a la fuerza de las aguas, dejando aislado a todo un barrio de la capital provincial.
Todos los colegios e institutos de la provincias suspendieron sus clases hasta el próximo lunes debido a las fuertes lluvias y los estragos que han causado, mientras las autoridades han recomendado a la población que extreme las medidas sanitarias y evite tomar agua que no sea embotellada. Las inundaciones causaron además entre el martes y el miércoles el corte de las principales vías de comunicación entre Ağrı y las provincia limítrofes, aunque finalmente la carretera entre Van y Ağrı pudo ser reabierta al tráfico ayer jueves. La Media Luna Roja Turca y el ejército han desplazado sus equipos a la región para socorrer a las víctimas y ofrecerles refugio y comida.
El vice primer ministro Cemil Çiçek y el ministro de Salud Recep Akdağ se desplazaron hasta la provincia el miércoles para evaluar la situación sobre el terreno y coordinar las tareas de reconstrucción. El propio alcalde de la ciudad de Ağrı, Hasan Arslan, se refirió a lo sucedido como un "gran desastre" que había causado serios daños a muchos edificios e infraestructuras de la capital provincial.
"Las lluvias han sido tan fuertes que han superado todos nuestros cálculos. También ha pasado en Antalya y Estambul, es algo que se debe al cambio climático", declaró el vice primer ministro turco. "Por desgracia algunos edificios estaban construidos en la rivera del río. Eso significa que hemos cometido también algunos errores, la naturaleza no perdona eso", dijo Çiçek respondiendo a las críticas de muchos ciudadanos por la falta de previsión de las autoridades.
La provincia de Ağrı, así como otras cercanas como Muş, ya sufrieron las consecuencias de unas fuertes lluvias torrenciales que causaron graves inundaciones a principios de este mes de mayo, dejando bajo las aguas unas 5.000 casas en total.
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