A pesar de las dificultades del proceso de reconciliación, Turquía y Armenia están colaborando en un proyecto para reconstruir un puente de más de 1.000 años situado en el río Arpaçay, que sirve de frontera entre los dos países, gracias a la iniciativa de una fundación privada turca.
El puente sobre el río Arpaçay data del siglo X y fue construído por el antiguo Reino de Armenia, y actualmente se encuentra situado sobre el río que hace de frontera natural entre los dos países a su paso por la provincia turca de Kars. El puente es en sí todo un símbolo, ya que su ruina es todo un símbolo de la falta de lazos políticos y económicos entre ambos países; por eso su reconstrucción simbolizaría también para muchos una nueva era en las relaciones entre las dos naciones.
La Fundación para la Investación en Política Económica de Turquía (TEPAV), una organización privada e independiente creada en 2004, ha puesto en marcha un proyecto para reconstruir este histórico puente, siuado en la Ruta de la Seda. El proyecto cuenta con el respaldo tanto del presidente turco Abdullah Gül como del gobierno armenio, y según parece cuenta también con el visto bueno de la diáspora armenia.
El presidente de la TEPAV, Güven Sak, sugirió el proyecto a principios de 2009 al primer ministro armenio, Tigran Sarkisian. El presidente turco Abdullah Gül también se mostró interesado por el proyecto, y una delegación de la fundación visitó la semana pasada la capital armenia para ultimar los detalles de la iniciativa.
Según los responsables de la fundación, hay una necesidad importante de dar pasos que fomenten la confianza y las relaciones entre Turquía y Armenia, y este es uno de esos pasos. "El impacto positivo de la reconciliación política en la sociedad debe ser reforzado. Los pasos simbólicos harán visible la voluntad política, y estos pasos deberían incrementar los contactos entre los dos pueblos y permitirles abrir las fronteras no sólo políticas, sino en en cuanto a sus mentalidades", comentaba uno de sus responsables.
Esta no es la primera vez que Turquía lleva a cabo proyectos de restauración de monumentos históricos armenios en su territorio. Precisamente hace poco se reconstruyó la iglesia armenia de Akdamar, situada en el Lago Van, que además podrá ser usada para ceremonias religiosas. La novedad de este proyecto de reconstrucción del puente sobre el río Arpaçay radica no sólo en su simbolismo, sino en que es la primera vez que el proyecto cuenta con la aprobación y la participación del gobierno armenio y sobre todo de la diáspora, siempre muy reticente a cualquier relación con Turquía.
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