Cientos de miles de personas celebraron este fin de semana en Turquía la popular fiesta del Nevruz, que especialmente para la población kurda señala tradicionalmente la llegada de la primavera y de un nuevo año.
En las celebraciones del Nevruz que realizan los kurdos de Turquía cobra especial importancia el día del equinoccio invernal y el último miércoles antes del equinoccio. En la Anatolia Oriental, el Nevruz tradicionalmente se celebra encendiendo una hoguera y saltando sobre el fuego a la vez que se piensa en un deseo que se desee ver hecho realidad.
Normalmente el Nevruz se celebra el 20 o 21 de marzo, dependiendo del año. La fiesta del Nevruz data de hace más de 3.000 años, y su festejo no es ni mucho menos exclusivo de los kurdos, ni siquiera de Turquía, sino que se celebra en Irán, los Balcanes, el Mar Negro, el Cáucaso, y Asia Central. La propia Asamblea General de Naciones Unidas reconoció oficialmente el pasado mes de febrero al 21 de marzo con el Día Internacional del Nevruz.
Al contrario que en anteriores ocasiones, las iniciativas pro-kurdas puestas en marcha por el gobierno en los últimos tiempos parecen haber servido para que el clima general de las celebraciones transcurriese en calma y con llamamientos constantes a la paz y la convivencia. En todas las celebraciones que tuvieron lugar este domingo, desde Estambul hasta Mardin, no se registró ningún incidente de importancia a excepción de determinados grupos de personas que corearon eslóganes o exhibieron pancartas de apoyo al PKK y a su líder, Abdullah Öcalan.
La mayor de las celebraciones del Nevruz de este año tuvo lugar en el distrito de Bağlar, en la ciudad suroriental de Diyarbakır, a la que asistieron unas 200.000 personas. Organizada por el partido nacionalista kurdo BDP, el discurso inaugural fue hecho por el alcalde de la ciudad Osman Baydemir, quien comenzó hablando en turco y luego siguió en kurdo. Baydemir hizo un llamamiento a la reconciliación nacional y lanzó un mensaje de paz entre kurdos y turcos. "Es un pecado para un kurdo disparar a un turco, y viceversa", dijo Baydemir, considerando que había llegado el tiempo de la paz y la hermandad entre turcos y kurdos.
Estambul acogió la segunda mayor celebración que tuvo lugar este domingo en Turquía. Más de 50.000 personas asistieron a las celebraciones del Nevruz organizadas en la Plaza Kazlıçeşme, en el distrito europeo de Zeytinburnu, donde la gente entonó canciones, bailó danzas típicas y saltó sobre las hogueras en medio de un clima general de reconciliación y normalidad.
"Por desgracia el Nevruz fue convertido en un día de tensión y enemistad, y anteriores gobiernos poco sensatos intentaron evitar que la gente lo celebrara... Pero ahora la gente ha empezado a darse cuenta de que el Nevruz ya no es una cuestión de manifestaciones políticas", declaró el Ministro de Cultura y Turismo de Turquía, Ertuğrul Günay, que recordó que hasta hace algunos años el Estado veía el uso de otros idiomas que no fueran el turco como una amenaza y sin embargo ahora había un canal estatal que emitía 24h al día en kurdo.
Numerosos actos oficiales fueron organizados en toda Turquía para festejar el Nevruz, con la presencia de diversas autoridades. El presidente turco Abdullah Gül también aprovechó el domingo para celebrar la festividad saltando sobre una hoguera en el parque Altınpark de la capital, Ankara, donde también asistió a las celebraciones con motivo del Día Forestal Mundial.
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