El gobierno turco acordó el jueves anular el protocolo que autorizaba al ejército a asumir el control y utilizar la fuerza para restaurar el orden, después de que un diario estambulita publicase un supuesto plan militar que en 2003 pretendía derrocar al gobierno aprovechándose de esa opción.
Según anunció este jueves el ministro del Interior turco Beşir Atalay, gobierno y fuerzas armadas acordaron que el denominado protocolo EMASYA se había vuelto innecesario y actualmente suscitaba numerosos problemas y controversias. Atalay señaló que en una reunión con el Jefe del Estado Mayor, el general İlker Başbuğ, ambos habían acordado la abolición del protocolo, que fue firmado en 1997 y según el cual los comandantes provinciales podían ordenar un despliegue militar en la zona sin necesidad de contar con la autorización de la autoridad civil en caso de desórdenes sociales.
"Hemos puesto en énfasis que las regulaciones y leyes (que existen actualmente) ya son suficientemente detalladas. Acordamos (con el general Başbuğ) que no hay necesidad de un nuevo protocolo o una nueva regulación", declaró Atalay a la prensa.
El protocolo EMASYA saltó a la palestra hace unas semanas después de que el diario estambulita Taraf revelase documentos sobre un supuesto plan elaborado por el ejército turco en 2003 denominado "Beykoz" ("Mazo", en turco), que pretendía derrocar al gobierno del AKP provocando una serie de disturbios sociales que obligasen a la intervención de las fuerzas armadas.
En una entrevista con el canal de noticias CNN Türk, el vice primer ministro Bülent Arınç comentó que las relaciones entre el gobierno y el ejército son hoy día mucho más saludables de lo que lo eran en el pasado, "aunque no puedo decir que están al 100%, aún no está a un nivel ideal", dijo.
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