DİYARBAKIR (TURQUÍA)
Halim Solmaz, una anciana residente en la provincia suroriental de Diyarbakır cuya partida de nacimiento asegura que nació en 1884, podría ser el ser humano más anciano conocido sobre la faz de la Tierra si se confirma su asombrosa edad: 125 años.
Según declaró İrfan Ertaş, jefe de la oficina de registro de nacimientos del distrito de Beşiri, donde reside Solmaz, confirmó la increíble edad de la anciana: "Según nuestros registros, Halim Solmaz nació en 1884 y aún sigue viva. La tarjeta de identificación de Solmaz dice que nació el 1 de julio de 1884, y según los informes tuvo seis hijos (cuatro varones y tres mujeres), y es abuela de 54 nietos y bisabuela de 150".
Fue precisamente uno de esos nietos, Mehmet Beşir Solmaz, quien actuó de intérprete para la anciana durante una entrevista que le hizo la agencia de noticias turca Anatolia, ya que la mujer sólo habla kurdo. La anciana relató que se casó en dos ocasiones, ya que perdió a su primer marido a los tres años de estar casada durante la I Guerra Mundial. Luego volvió a casarse con su segundo marido, Şemsettin Solmaz, con quien se trasladó a la cercana provincia de Siirt.
"Mi abuela tiene 125 años y ahora comienza a tener dificultades para hablar y moverse. Mi madre cuida de ella. Mi abuela y mi abuelo se mudaron al pueblo de Kurtalan, en Siirt, tras la Revolución Rusa de 1917, y vivieron allí algún tiempo. Por supuesto tuvieron una vida muy difícil; por ejemplo, estuvieron viviendo en lo que podría considerarse una cueva, y también pasaron hambre en algunas ocasiones", comenta Mehmet, quien afirma que aunque antes solía comer también mucha mantequilla hoy día su alimento principal es el yogur. Aunque la mujer no tiene ninguna enfermedad crónica, debido a su avanzadísima edad necesita de los cuidados constantes de su familia para desenvolverse.
La madre de Mehmet, una de las hijas de Halim, comenta cómo su madre a veces le cuenta lo afortunadas que son las mujeres de hoy día. "Algunas veces me dice: 'Los maridos solían pegar a sus esposas; las novias de ahora son muy afortunadas, porque sus maridos no las pegan' ". Además, la madre de Mehmet explica como su madre necesita constantemente de sus cuidados. "Durante los últimos 40 años ha estado ciega. Yo la cuido para todo, desde ir al baño hasta alimentarla. Debido a su edad, algunas veces olvida incluso comer y beber a menos que se lo recuerden".
La anciana explicó a los periodistas que aún recuerda emocionada el día en que Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la moderna República de Turquía, visitó el pueblo donde ella vivía. "Atatürk tenía ojos azules y era muy atractivo. Vino en un caballo, acompañado por otros jinetes", comenta Halim, quien asegura que le ofreció personalmente a Atatürk y a sus acompañantes un poco de ayran (yogur líquido típico de Turquía) hecho en casa.
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