ISPARTA (TURQUÍA)
Şaban Çancı lleva, a sus 65 años, casi dos décadas recorriendo toda Turquía y buena parte de Oriente Medio con su vieja bicicleta, a la que califica cariñosamente como su "fiel amiga", y que le ha acompañado en un viaje donde afirma haber descubierto la hospitalidad de la gente, la enormidad del mundo y lo que es realmente importante en la vida.
Şaban comenzó su largo viaje hace nada menos que 19 años, cuando dejó su antiguo trabajo en un hotel de la turística ciudad de Antalya para montarse en su bicicleta y viajar por todo el país. Su periplo lo inició recorriendo las poblaciones de la propia Antalya y de la cercana provincia de Isparta, de donde es originario; tanto le gustó la experiencia, que poco a poco fue viajando más y más lejos con su bicicleta. Después de todo este tiempo, este hombre barbudo que afirma no tener una salud especialmente buena señala que aunque todo lo que llevaba consigo era lo que cabía en su mochila, jamás pasó hambre gracias a la hospitalidad de la gente, que siempre le ofreció comida y una cama.
"Ir a diferentes lugares y conocer a diferentes personas se convirtió en una pasión", afirma Şaban. "He recorrido la mayor parte de Turquía, pero mis viajes en bicicleta no se han limitado a Turquía. He ido en bici también a Egipto, Jordania, Paquistán y Siria, aunque cogí el autobús en lugares que eran peligrosos o en los que me resultaba difícil pedalear".
Su pasión por viajar y conocer nuevos lugares y gentes le ha costado también a Şaban tres matrimonios distintos, ya que sus esposas acababan dejándolo debido a su aficción por viajar. Este año su particular tour ha concluído nuevamente en la ciudad de Isparta, al suroeste de Anatolia. Pero una de las principales cosas que Şaban ha aprendido a lo largo de sus viajes es a ver la vida de una forma muy distinta.
"He viajado a muchas ciudades, desde Edirne hasta Ardahan (en el Cáucaso). He conocido a muchas personas. Y me he dado cuenta de que la gente vive en sus propios caparazones y mira al mundo desde una pequeña ventana. Pero la vida no es cómo ellos la ven. Hay sabores nunca saboreados, lugares nunca visitados y paisajes nunca contemplados", comenta.
"El mundo es grande, la vida es hermosa. La gente hace de cosas insignificantes un problema. Yo ahora tengo amigos por toda Turquía, y les doy a todos ellos el mismo consejo. Inténtalo, disfruta viajando. Debes sin duda hacer el esfuerzo de visitar lugares en los que no has estado nunca antes. No todo tiene que ver con el dinero, una persona pueda puede viajar sin dinero. Yo estoy disfrutando de la vida... ¿y tú?", concluye Şaban.
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