ANKARA
El gobierno turco calificó ayer de "inaceptables" las palabras en recuerdo del genocidio armenio que el presidente estadounidense, Barack Obama, expresó el viernes con motivo del 94º aniversario de la muerte de cientos de miles de armenios durante los años finales del Imperio Otomano.
Si bien Obama no quiso emplear el término "genocidio" para referirse a los sucesos ocurridos en 1915, sí que habló de ellos como una de las "grandes atrocidades del siglo XX". Una referencia que el presidente turco Abdullah Gül aseguró no compartir, criticando que el presidente estadounidenses no mencionara a "los cientos de miles de turcos que también perdieron su vida" en aquellos acontecimientos.
Además de las críticas de Gül, el Ministerio de Asuntos Exteriores turco emitió ayer un comunicado en el que calificó de "inaceptables" varias de las opiniones e interpretaciones históricas expresadas por Obama. "La evaluación de la historia común de Turquía y Armenia sólo puede ser hecha desde la base de la neutralidad y de los datos científicos", decía el comunicado, que mencionaba no obstante como positivas las referencias hechas por Obama al proceso de acercamiento diplomático entre los gobiernos de Ankara y Ereván, en las que el presidente norteamericano se mostró satisfecho por los esfuerzos hechos por ambos países por mejorar sus relaciones y superar su pasado.
Conmemoraciones en Armenia
Miles de armenios recordaron también el viernes el 94º aniversario de las matanzas cometidas por el Imperio Otomano, aunque con un tono más moderado en el que las autoridades armenias quisieron destacar que la cuestión del reconocimiento del llamado "genocidio armenio" por parte de Turquía no sería un obstáculo para el acercamiento puesto en marcha entre los dos países. "El proceso de reconocimiento del genocidio armenio no está dirigido contra el pueblo turco, y el reconocimiento del genocidio por parte de Turquía no es una condición previa para el establecimiento de relaciones bilaterales", dijo el presidente Serzh Sarksyan en un discurso durante un acto de homenaje a las víctimas. Varios países han reconocido ya la muerte de miles de armenios a finales de la I Guerra Mundial como un acto de "genocidio", entre los que se incluyen Francia, Canadá, Suiza o Polonia. Otros sin embargo permanecen neutrales sobre la cuestión a la espera de que sean los historiadores quienes aclaren la cuestión.
Según los analistas, muchos armenios apoyan los esfuerzos de su gobierno para reanudar el diálogo con Turquía, con la esperanza de que si las fronteras se abren se pondrá fin a un largo periodo de aislamiento económico y politico del país, que está a su vez bajo sospecha de "genocidio" por las matanzas de civiles azerbayanos cometidas durante la invasión de Nagorno Karabaj en los años 90; un territorio que a día de hoy funciona como un estado independiente apoyado y reconocido únicamente por Armenia.
Turquía y Armenia anunciaron esta semana que habían llegado a un acuerdo para una hoja de ruta cuyo objetivo final sería la normalización completa de sus relaciones. La cuestión del "genocidio armenio" sigue siendo un elemento definitorio de la identidad nacional armenia, pero algunos dicen que ha llegado el momento de mirar hacia adelante. Muchos turcos apuestan también por estrechar lazos con lo que consideran sus hermanos armenios, y varios intelectuales turcos han iniciado una campaña de recogida de firmas expresando su solidaridad por la muerte de armenios durante los años finales del Imperio Otomano, aunque sin calificarlo como un genocidio.
"Esta generación no sabe nada del genocidio. Poco a poco deben mejorarse las relaciones", declaró a la prensa un anciano que asistía a las conmemoraciones en Ereván.
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