El presidente norteamericano Barack Obama urgió este domingo a la Unión Europea a que acepte sin más dilación la adhesión de Turquía y que ponga fin a los obstáculos que se están poniendo al proceso. En un almuerzo celebrado ayer ante líderes de los 27 países miembros de la UE, Obama dijo que Occidente debía buscar una mayor cooperación y estrechar lazos con el mundo musulmán, y que permitir la entrada en la UE de una nación predominantemente musulmana sería una señal importante en esa dirección.
El presidente estadounidense apoyó también la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones, que celebrará estos días en Estambul su segunda conferencia internacional con la asistencia de Obama, y subrayó que era un intento de normalizar las relaciones entre Occidente y el mundo islámico tras los ataques terroristas del 11 de septiebre.
El presidente norteamericano llegó ayer por la noche a Turquía en visita oficial y para asistir a la asamblea de la Alianza de Civilizaciones. Se trata de la primera visita de Obama a una nación predominantemente musulmana desde que llegó a la presidencia a finales de enero.
Reacciones en Bruselas y en Francia
El presidente de la Comisión Europea, el portugués Jose Manuel Durao Barroso, se mostró satisfecho por el fuerte respaldo dado por Obama a las negociaciones de adhesión de Turquía a la Unión Europea. "Agradezco mucho las claras declaraciones hechas por el Presidente Obama sobre esta cuestión", dijo Barroso durante una conferencia de prensa tras la reunión conjunta EE.UU.-UE celebrada en Praga este fin de semana.
"Hemos iniciado un proceso de negociaciones con Turquía para la adhesión", subrayó Barroso, haciendo referencia así a las peticiones de gobiernos conservadores como los de Francia o Alemania, que defienden que debería ofrecérsele a Turquía una asociación privilegiada en vez de una adhesión plena.
Precisamente las declaraciones del presidente estadounidense Barack Obama provocaron casi de inmediato la reacción del presidente francés Nicolas Sarkozy, uno de los más visibles defensores de la idea de la "asociación privilegiada" para Turquía. Sarkozy declaró durante una entrevista televisiva que las decisiones sobre la UE deben ser tomadas por sus países miembros, y aseguró que pese a la clara petición hecha por Obama su postura "no ha cambiado y no cambiará".
Francia, Austria y Alemania son algunos de los países dentro de la UE cuyos gobiernos conservadores en estos momentos más se oponen a las negociaciones de adhesión con Turquía, que sin embargo cuenta con un notable respaldo entre los países mediterráneos -incluída España-, Inglaterra, y especialmente entre los estados recientemente incorporados de Europa Oriental y los Balcanes. No obstante, Sarkozy aseguró durante la entrevista que "la mayoría de los países miembros de la UE" comparten su postura.
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