La reacción del primer ministro turco de irse del Foro de Davos la semana pasada ha iniciado un debate dentro y fuera de Turquía acerca de si el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) que gobierna con mayoría absoluta en Turquía está volviendo la espalda a Israel, y por extensión al mundo occidental. Sin embargo, miembros del gobierno turco, académicos y diplomáticos extranjeros descartan tal cosa, y destacan que el AKP ha sido el partido que más ha hecho por integrar a Turquía en la UE y que Turquía simplemente juega su papel activo tanto en Oriente y Occidente.
La dura respuesta que dió Erdoğan a la airada intervención del presidente israelí Shimon Peres fue percibida en algunos círculos diplomáticos y medios de comunicación como un signo de que Turquía podría cortar por completo sus relaciones con Israel. Pero el hecho es que Peres llamó casi inmediatamente a Erdoğan disculpándose por su tono y reiterando la importancia de la amistad turco-israelí, y que tanto antes como después los contactos diplomáticos a todos los niveles han continuado entre ambos gobiernos para tratar de rebajar tensiones. Diplomáticos dentro y fuera de Turquía subrayan el hecho de que Turquía es indispensable para Occidente tanto como lo es Occidente para Turquía, y que lo mismo ocurre con Israel, por lo que una enemistad entre ambos países es impensable.
El vice primer ministro Cemil Çiçek calificaba hace pocos días ante la prensa turca de "pensamientos ilusorios" las suposiciones de que el AKP esté buscando alejar a Turquía de Occidente, y volvía a reiterar por enésemia vez que la posición del gobierno turco no es contra el Estado de Israel o contra el pueblo judío, sino contra el gobierno que ordenó los ataques sobre Gaza. Çiçek es consciente de que algunos medios diplomáticos y cierta prensa turca ha criticado al primer ministro Erdoğan acusándolo de perder el apoyo de Israel y del poderoso lobby judío estadounidense, lo que podría además generar "represalias" por su parte en Estados Unidos, donde el lobby judío ya presionó para que no se aprobase en el Congreso norteamericano una resolución reconociendo el llamado "genocidio armenio".
"Estos son pensamientos ilusorios de aquellos que dicen estas cosas. El primer ministro no se ha referido a los israelíes o a los judíos. Tal actitud no es aceptable en nuestra religión o en nuestra cultura. Lo que Turquía está criticando está siendo también criticado por algunos intelectuales judíos", afirmó Çiçek. El vice primer ministro turco cree que Turquía continurá siendo el único país que pueda dialogar con todas las partes involucradas en el conflicto de Oriente Medio.
"La política exterior debería ser una región de calma. Si las palabras de Erdoğan son sacadas fuera de su contexto y usadas para dañar las relaciones de Turquía con Israel y otros países, esto supone una injusticia para Turquía", aseguró Çiçek, quien además destacó que las relaciones de amistad entre Turquía y Estados Unidos se remontan a más de 50 años atrás en el tiempo y que responden a los intereses de ambos países.
"Los EE.UU. tienen experiencia en el gobierno. No toman sus decisiones en bae a una o dos declaraciones. Miran al pasado y al futuro. Esto es lo que todos los estados serios deberían hacer. No creo que la postura de Turquía sobre Gaza vaya a crear un cambio radical en la percepción de Turquía por parte de los Estados Unidos", aseguró Çiçek, quien no obstante no descartó que la diáspora armenia vaya a utilizar esta oportunidad para dañar la imagen de Turquía en Washington.
Pero las principales críticas a la afirmación de que Turquía pueda estar alejándose de Occidente han llegado del exterior. Pierre Lellouche, diputado del parlamento francés del partido UMP que lidera el actual presidente galo Nicolas Sarkozy, descartó cualquier posibilidad de que el incidente de Davos sea un signo de que Turquía se esté moviendo hacia el eje Irán-Siria en vez de hacia el mundo occidental.
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