
Una pequeña iglesia siriaca en honor a la Virgen María, situada en la ciudad suroriental de Diyarbakır, asegura poseer un fragmento de la cruz en la que Jesús fue crucificado.
DİYARBAKIR (TURQUÍA)
La policía de la ciudad de Diyarbakır, en el sureste de Turquía, está en alerta después de que un miembro de la Meyrem Ana Süryani Kilisesi (Fundación de la Iglesia Siriaca de la Virgen María) asegurara que en la iglesia se encontraba un pedazo de la cruz en la que Jesús fue crucificado. Desde entonces, la policía local ha incrementado las patrullas alrededor de la iglesia y se ha instalado un sistema de cámaras de vigilancia para vigilar a los visitantes.

Şakarer quiso explicar además cómo llegó a parar un fragmento de la cruz a esta pequeña iglesia de Diyarbakır hace 300 años. "Un día la reina de Francia encontró tres fragmentos de la cruz en un patio entre basura. Las autoridades religiosas dijeron que el único modo de comprobar que era la verdadera cruz era sostenerla sobre el cuerpo de personas muertas; si lo hacían y el muerto volvía a la vida, entonces la cruz era la auténtica. La reina llevó la cruz a Estambul y durante una muestra al público una persona del Sureste cogió uno de los fragmentos en secreto. Cuando lo buscaron, se clavó el fragmento de la cruz en su pierna, y así logró escapar de la atención de los guardias", dijo.
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