La iniciativa ha sido criticada tanto por nacionalistas como por otros intelectuales, que la califican de insuficiente e innecesaria.
ESTAMBUL (Hispanatolia)
Un grupo de intelectuales turcos ha redactado una carta de disculpa por el "gran desastre que los armenios del Imperio Otomano sufrieron en 1915", en referencia a la muerte de cientos de miles de armenios durante la I Guerra Mundial, lo que supone la base de las reivindicaciones del llamado "Genocidio Armenio". La disculpa, a la que quieren que se sumen más personas, pretender ser no obstante individual y no exige al gobierno turco que reconozca esos sucesos como "genocidio", algo que el gobierno turco niega categóricamente.
El profesor Baskın Oran, uno de los promotores de la carta, declara que se trata de una llamada a los ciudadanos "que sienten la tragedia de sus hermanos armenios en su conciencia". "No puedo aceptar conscientemente la indiferencia hacia el gran desastre sufrido por los armenios otomanos en 1915 y su negación. Rechazo esta injusticia y voluntariamente comparto los sentimientos y dolores de mis hermanos y hermanas armenios y me disculpo ante ellos", reza el escrito, ya firmado por varios intelectuales. Los promotores de esta iniciativa abrirán también una página web para intentar añadir más apoyos a los ya logrados de artistas, periodistas y escritores.
La idea sin embargo ya ha suscitado numerosas críticas, tanto de los círculos nacionalistas que califican a los firmantes como traidores y "marionetas", como de otros intelectuales turcos que se solidarizan con los armenios y que critican la iniciativa por quedarse demasiado corta. En declaraciones al diario Zaman, Aytekin Yıldız, coordinador de una organización de defensa de los derechos civiles "Confrontation Association", dijo que la comunidad armenia ya es consciente del apoyo de muchos turcos.
"Es un buen punto de partida, pero no basta" explicó Yıldız, para quien los firmantes deberían aclarar qué quieren decir al hablar de "gran desastre". "Pongámosle nombre , es genocidio" dijo, además de insistir en que el Estado turco debería disculparse. Antes estas críticas, Oran argumenta que el asunto armenio ha sido un tabú intocable y que ha sido el empleo del término "genocidio" lo que ha bloqueado hasta ahora el debate.
La historiadora Ayşe Hür considera que son los responsables de esos actos quienes deberían disculparse, o en todo caso aquellos quienes comparten sus argumentos -dijo en referencia a las recientes declaraciones del ministro de defensa turco, que causaron una honda polémica. "Parece que un grupo de élite muy pequeño ha acordado esa petición, porque yo he sabido de ella a través de la prensa y me he sorprendido", dijo Hür. "Considero este tipo de sucesos como científica, como historiadora, no como una miembro de la nación turca. Para mí, todos estos acontecimientos fueron culpa del nacionalismo turco que emergió en esa época, y personalmente, no me identifico con él, así que no siento la necesidad de disculparme personalmente", concluyó.
Las relaciones entre Turquía y Armenia han mejorado ostentosamente desde que el presidente turco Abdullah Gül acudió a Ereván el pasado mes de septiembre para presenciar el encuentro clasificatorio para el Mundial 2010 entre las selecciones de ambos países. Desde entonces, las relaciones bilaterales se han intensificado -aunque siguen sin normalizarse- y hay varias propuestas conjuntas que presagian una mejora aún mayor en el futuro.
Los armenios que residían en el antiguo Imperio Otomano, antes de la fundación en 1923 de la República de Turquía por Kemal Atatürk, fueron forzados a emigrar en 1915 después de una serie de enfrentamientos entre turcos y armenios en la Anatolia Oriental. Los otomanos acusaban a los armenios de apoyar a las fuerzas invasoras rusas que avanzaban por el Este y de querer construir con su ayuda la denominada Gran Armenia en el Este de Anatolia. Armenia afirma por ello que millón y medio de personas murieron por entonces en lo que es calificado como un genocidio a manos del Imperio Otomano.
Por su parte el gobierno turco reconoce la muerte de cientos de miles de armenios pero asegura que tiene documentos que prueban que las pérdidas armenias fueron exageradas por las potencias extranjeras como parte de la propaganda de guerra; además, Turquía insiste en que hubo tantos o más turcos que murieron a manos de rebeldes armenios, por lo que los sucesos de 1915 no pueden calificarse de genocidio. El gobierno turco ha sugerido en varias ocasiones durante los últimos años a los armenios la creación de una comisión histórica conjunta que examine toda la documentación existente al respecto y que haga públicas unas conclusiones que serían aceptadas por ambas partes, pero la respuesta tanto del gobierno de Yerevan como de la diáspora armenia sigue siendo por ahora el silencio.
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