Entre ellas se incluye la posibilidad de una operación militar en el norte de Irak, la creación de una "zona de seguridad", y nuevas competencias a las fuerzas armadas.
ANKARA
El Consejo Supremo Anti-Terrorista debatió ayer nuevas medidas para prevenir los ataques del PKK, tras la reciente oleada de ataques del grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que desde el pasado sábado ha matado a 21 miembros de las fuerzas de seguridad turcas. Tras la reunión mantenida ayer, de seis horas de duración, el Consejo Supremo Anti-Terrorista decidió reunirse de nuevo el próximo martes y continuar debatiendo las medidas a adoptar contra el PKK. El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdoğan (que presidió la reunión), había declarado el miércoles que esta reunión ayudaría a Turquía a "renovar su hoja de ruta en la lucha contra el terrorismo".
El Consejo discutió varias medidas, entre las que se incluyen la posibilidad de una operación trasfronteriza en las montañas del norte de Irak y la reciente propuesta de crear una "zona de seguridad" entre Turquía e Irak. También se trataron las demandas de las fuerzas armadas para que se les concedan más competencias en la lucha contra el terrorismo, medidas que han suscitado cierta polémica y preocupación en Turquía por varios sectores, que consideran que podrían atentar contra las libertades individuales y que supondrían un retroceso respecto al camino hacia la UE. El Ministerio de Exteriores Turco quiso despejar cualquier preocupación al respecto ayer: "Las medidas que se tomen no harán ninguna concesión ni a la seguridad ni a las libertades. No hay nada por lo que preocuparse", dijo un portavoz del ministerio a los periodistas.
Varios medios turcos han comparado las medidas pedidas por el ejército con las que rigieron durante el estado de emergencia que estuvo en vigor en el sureste del país entre 1987 y 2002, durante la época de mayor actividad del PKK en la región. Diarios como Sabah o Zaman consideran que el PKK está buscando provocar al gobierno para que éste reestablezca el estado de emergencia en la región y justificar así su lucha armada, lo cual beneficiaría a la causa de una organización cuyo discurso ha ido perdiendo adeptos conforme han ido progresando las reformas democráticas y culturales y las inversiones estatales en la región, la más empobrecida del país.
El parlamento turco amplió el miércoles por otro año más la autorización dada a las Fuerzas Armadas Turcas (TSK, en sus siglas en turco) para lanzar operaciones militares fuera de las fronteras de Turquía, en concreto contra las bases del PKK en el norte de Irak. No obstante, muchos analistas consideran que dicha autorización -vigente desde el 17 de octubre de 2007- no ha sido utilizada eficazmente, principalmente a causa de la presión de EE.UU. para que Turquía no lleve a cabo operaciones a gran escala y de larga duración en la zona ante el temor de desestabilizar una región hasta ahora relativamente "estable" dentro de Irak.
La votación parlamentaria salió adelante con un resultado récord, ya que sólo la veintena de diputados del partido pro-kurdo DTP votaron en contra de la petición. El DTP insiste en achacar el fondo del problema con el terrorismo en Turquía a lo que llama "el problema kurdo", y considera que las operaciones militares no son la solución. El CHP, principal partido de la oposición, apoyó la propuesta pero urgió al gobierno a tomar medidas contra la financiación y el apoyo al PKK, mientras que el nacionalista MHP acusó al líder del gobierno kurdo en Irak, Massoud Barzani, de apoyar al PKK, y culpó a los EE.UU. de no hacer lo suficiente contra el PKK. Por su parte el AKP, partido que goza de mayoría absoluta en el parlamento, considera que la profundización democrática es la clave para lograr una solución plena al conflicto pero añade que hay que tomar medidas urgentes contra el terrorismo para afrontar el problema a corto plazo.
Detenidos tres de los autores del atentado en Diyarbakır
Por otro lado, tres de los cuatro terroristas que llevaron a cabo el atentado del miércoles contra un autobús policial en Diyarbakır fueron arrestados ayer, según informó la agencia de noticias turca Anatolia. Los sospechosos fueron puestos bajo custodia del departamento de seguridad de la provincia para ser interrogados. Las fuerzas de seguridad turcas continúan con el dispositivo policial para capturar al cuarto terrorista, posiblemente el autor intelectual del atentado. La policía turca cree que todos ellos son miembros del PKK y que algunos podrían haber llegado a la región desde las bases del grupo armado en el norte de Irak específicamente para cometer el atentado.
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