Los presidentes del Parlamento Europeo y de la Comisión Europea advierten de "importantes consecuencias" si el AKP es finalmente ilegalizado.
BRUSELAS
Las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE continuarán mientras no sea el propio país quien cambie las condiciones, dijo el jueves el Presidente del Parlamento Europeo Hans-Gert Pottering en referencia a la posible ilegalización del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) por parte del Tribunal Constitucional de Turquía. "Si el partido gobernante AKP es clausurado, nos enfrentaremos a una situación muy interesante", dijo Pottering, según reflejaba estos días el diario turco Milliyet.
Según informaciones de otro diario turco, Sabah, el Presidente de la Comisión Europea también se pronunció al respecto cuando se le preguntó si la Unión Europea suspendería las negociaciones con Turquía si el AKP es finalmente clausurado: "Puedo contestar su pregunta sólo tras conocer la decisión del Tribunal Constitucional turco. Lo que sí puedo decir, sin embargo, es que si el AKP es clausurado eso tendrá importantes consecuencias", dijo Barroso, quien ya dejó claro durante su visita en abril a Turquía que no veía el proceso abierto contra el partido en el gobierno como algo "normal" desde los estándares de la UE, y que el secularismo no podía imponerse a costa de la democracia.
Si bien la UE ha abierto recientemente dos nuevos capítulos de las negociaciones de adhesión con Turquía, ocho de los 35 capítulos totales permanecen suspendidos desde diciembre de 2006 debido a las reticencias de Turquía a abrir sus puertos a los barcos de Chipre, tal y como estipula el llamado Protocolo de Ankara. El gobierno turco asegura estar dispuesto a dar ese paso, pero siempre y cuando la UE haga lo mismo con los turcochipriotas, poniendo fin al embargo comercial que pesa sobre el norte de la isla.
A vueltas con Francia
Unos 15 capítulos de las negociaciones entre Turquía y la Unión Europea permanecen suspendidos "sine die" debido al veto de Francia, que considera que la apertura de esos capítulos implicaría un visto bueno a la adhesión turca. Francia defiende una asociación comercial privilegiada con Turquía pero se opone a que Ankara se integre como miembro de pleno derecho en la UE, algo que sin embargo iría en contra de los acuerdos ya firmados por Turquía y la Unión Europea. No obstante, Francia ya ha anunciado que abrirá durante su presidencia -que irá desde julio a diciembre de 2008- abrirá otros 3 capítulos de las negociaciones, un gesto con el que parece querer suavizar las recientes y más que importantes tensiones diplomáticas con Turquía.Precisamente a raíz del "No" irlandés, que ha puesto en duda el futuro del Tratado de Lisboa dado que hay otros países que están pensando en rechazarlo, el Presidente de Francia Nicolas Sarkozy declaraba que sin el Tratado de Lisboa no podrá haber más ampliaciones. "Si no hay Lisboa, no hay ampliación", dijo Sarkozy. No obstante el primer ministro esloveno -que ostenta la presidencia de la Unión hasta finales de este mes- rechazó los argumentos del premier francés diciendo que no había razones para ralentizar las negociaciones con Croacia y Turquía, los dos candidatos más próximos a la adhesión. Pese a haber comenzado las negociaciones al mismo tiempo, la UE ha abierto prácticamente todos los capítulos con Croacia y esta podría estar lista para integrarse en la Unión en 2009.
El Tratado de Lisboa, con el que se pretendió poner solución a la crisis institucional que vive la UE tras la ampliación a 27, daría a la Unión Europea un presidente de mandato prolongado -en lugar de la presidencia semestral rotatoria actual-, un encargado de política exterior común con mayores competencias, y un sistema de toma de decisiones más democrático en el que se daría más voz -y sobre todo más voto- al Parlamento Europeo y a los parlamentos nacionales, únicos elegidos por sufragio popular directo. El tratado despierta no obstante los recelos de países pequeños con escasa población, como por ejemplo Irlanda o la República Checa, que verían mermada considerablemente su actual capacidad de influencia y sobre todo la posibilidad de veto.
Advertencias también desde Washington
Desde Washington, el Departamento de Estado norteamericano se refirió también a la posible ilegalización del AKP diciendo que el Tribunal Constitucional debería respetar el apoyo popular que recibió el partido en el gobierno del pueblo turco.
"En primer lugar y ante todo, creemos que las autoridades turcas deberían ser capaces de manejar de manera responsable esta cuestión" declaró Tom Casey, viceportavoz del Departamento de Estado, a preguntas de los periodistas durante una conferencia de prensa. "Apoyamos firmemente la democracia turca, y ciertamente deberíamos esperar que los tribunales turcos, al analizar esta cuestión, consideren el deseo del pueblo turco al tomar su decisión".
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