KONYA, TURQUÍA (Hispanatolia)
En 1961 un arqueólogo británico llamado James Mellaart empazó a excavar en una Hüyük (una montaña compuesta principalmente de escombros, conocida también como tel) en la Meseta de Konya, cerca de la pequeña ciudad de Çumra. En sus excavaciones descubrió algo excepcional. Çatalhöyük resultó ser uno de los yacimientos más importantes del mundo. Antes de los descubrimientos de Mellaart se pensaba que la urbanización había empezado mucho más tarde, en la Edad del Bronce. Pero aquí hay un prueba de que en el Neolítico (el último periodo de la Edad de Piedra) el hombre se había juntado para vivir en comunidad, desde alrededor del 7.500 al 6.300 a.C., en un asentamiento de 8.000 habitantes. Las excavaciones de Mellaart en Çatalhöyük electrificaron no solamente el mundo arqueológico sino que también atrajo la imaginación del público, y su libro populista sobre el yacimiento llevó la fama a las ruinas y a su descubridor. ¿Cómo se podía penar que el hombre de la Edad de Piedra era primitivo cuando vivió en un ambiente urbano densamente poblado y decoraba el interior de sus casa con murales, esculturas y relieves? Los muertos de la “ciudad” eran enterrados ritualmente debajo del suelo de algunas de las casa, con preciosos objetos incluyendo collares, brazaletes de mármol y espejos hechos de obsidiana. Mellaart y su equipo también encontraron estatuas de una diosa y de figuras femeninas, llevando a la especulación sobre una posible sociedad matriarcal en Çatalhöyük.
Por supuesto tienes que acercarte a Çatalhöyük con un espíritu de aventura y curiosidad. Nadie clama que la suciedad de veinte metros que cubre quince hectáreas de la árida Meseta de Kenya sea el espectáculo visual más atractivo, incluso si contiene dieciséis capas de un asentamiento neolítico. Afortunadamente, se ha trabajado mucho para que Çatalhöyük sea agradable para el visitante. Arqueólogos y locales han reconstruido una casa típica. Los habitantes entraban a sus casas, de tres por cinco metros, por una trampilla en el tejado. Dentro, partes de la pared están decoradas con escenas de casa y vigas de enebro para sujetar el techo de barro. Cocinaban en hornos de arcilla ovalados en el piso debajo de la trampilla y cestas hechas con juncos se usaban para el almacenamiento. 
Deambula por el montículo para mirar al área de las excavaciones. El sur está cubierto por una estructura de cristal semi translúcido con los bordes de metal, esencial para evitar la erosión. Es difícil imaginarse como los arqueólogos han distinguido las paredes de ladrillos de adobe de las apretujadas casas del resto de la tierra que las rodea. En la cima del montículo, pequeños fragmentos de obsidiana, traídos de la Capadocia, brillan entre la suciedad y los brotes de cebada salvaje. La obsidiana fue trabajada para conseguir herramientas usadas para una multitud de propósitos como despellejar animales y trillar el trigo. Fragmentos de huesos sobresalen del suelo también, la mayoría animales aunque también puede que haya alguno humano. Se han llegado a encontrar hasta 60 enterramientos en un solo edificio. Grano carbonizado encontrando en el lugar, cultivado o salvaje, muestra que los residentes de Çatalhöyük eran tanto cazadores como recolectores y que tuvieron granjas al noreste de el yacimiento. 
Se dice que Jericó es la ciudad más antigua del mundo, pero es diez veces más pequeña que Çatalhöyük, haciéndola más un gran pueblo que una ciudad. Descubrimientos recientes en Jordania sugieran que hubo asentamientos humanos incluso más grandes y antiguos que Çatalhöyük. Sin embargo, este yacimiento único no tiene que probar nada al mundo. El trabajo que se ha venido haciendo desde los años 60, y que parece que continuará, ha ayudado enormemente a ayudarnos a comprender el desarrollo de nuestra especie y, lo que a lo mejor es más importante, se hizo accesible tanto al público general como a los expertos. NOTAS DE VIAJE:
Cómo llegar
Aeropuerto más cercano: Konya. Existen vuelos regulares desde Estambul. Ankara y Antalya se encuentran a cuatro horas de autobús. Los autobuses que salen cada hora de Konya hacia Çumra duran una hora, de ahí coger un taxi hasta el yacimiento (17 kilómetros).
Cuándo ir
A finales de primavera y principios de otoño son las mejores fechas debido al clima, pero en 2008 los arqueólogos estarán en el yacimientos en junio y julio, prepárate para el calor si vas entonces.
Entrada y admisión
Gratis, diariamente de 8h a 17h; las donaciones son bienvenidas.
Dónde alojarse
Hay bastantes hoteles decentes en Konya, como el nuevo Dedeman (http://www.dedeman.com/) o el moderado Ulusan (site.mynet.com/ulusanhotel).
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