La muestra llega a Sevilla tras viajar por todo el mundo, y muestra 96 piezas de la colección del Museo Sakip Sabanci de Estambul. Anteriormente había estado en la Real Academia de Bellas Artes San Fernando de Madrid.
SEVILLA (agencias)
La muestra "Caligrafía Otomana del Museo Sakip Sabanci de Estambul" fue inaugurada el viernes en el Alcázar de Sevilla, donde las 96 piezas de esta colección artística podrán verse hasta el próximo 15 de junio.
La muestra, que recala en la capital hispalense con la colaboración de la Fundación El Legado Andalusí, fue inaugurada por la consejera de Cultura en funciones, Rosa Torres, la delegada municipal Maribel Montaño, el embajador turco, Ender Arat, y representantes de la organización turca de Estambul.
La colección reúne diversos manuscritos, libros, y otras muestras caligráficas de gran valor histórico y artístico. Previamente había sido expuesta en 1998 en el Metropolitan de Nueva York, en el Louvre de París en el año 2000, y en el museo Guggenheim de Berlín en 2001. A principios de este año fue expuesta en la Real Academia de San Fernando de Madrid, y finalmente que a Sevilla ha llegado en colaboración con el Legado Andalusí.
La colección reúne diversos manuscritos, libros, y otras muestras caligráficas de gran valor histórico y artístico. Previamente había sido expuesta en 1998 en el Metropolitan de Nueva York, en el Louvre de París en el año 2000, y en el museo Guggenheim de Berlín en 2001. A principios de este año fue expuesta en la Real Academia de San Fernando de Madrid, y finalmente que a Sevilla ha llegado en colaboración con el Legado Andalusí.
Las 96 piezas que se exponen ahora en Sevilla han sido seleccionadas de entre las 400 con que cuenta la colección, ofreciendo una visión completa del arte caligráfico otomano durante un periodo de quinientos años, desde el siglo XV al XX, con Coranes manuscritos, libros de oración, paneles caligráficos, documentos imperiales e instrumentos caligráficos. Las copias del Sagrado Qur'an y los manuales de oración forman el grupo más numeroso dentro de la exposición, seguido por los álbumes de caligrafía y los libros de ejercicios. El tercer grupo está compuesto por "levha" o paneles de caligrafía monumental, que se colgaban en las paredes de las casas en la capital de Estambul durante el siglo XIX, como consecuencia de la creciente influencia europea.
Las piezas podrán verse en las Salas Altas de la Montería del Alcázar, y con su exposición se trata de demostrar cómo el arte de la caligrafía "está en el corazón mismo de la civilización islámica", según los organizadores de la muestra. La escritura arábiga, como vehículo de revelación religiosa, tiene un carácter divino y es la lengua usada en el Corán, el libro sagrado de los musulmanes, por lo que la escritura -y especialmente la caligrafía- han tenido siempre un gran valor en el arte islámico.
La caligrafía otomana tuvo su edad de oro a partir del año 1453, en el que Constantinopla fue conquistada por los otomanos y rebautizada más tarde como Estambul. Desde entonces ha sido un arte transmitido de maestro a discípulo y de generación en generación, y sigue siendo practicado por grandes artistas, especialmente en esta ciudad turca.
La muestra trata de reflejar también cómo durante los siglos se han desarrollado distintos estilos de caligrafía que han sabido mantener las normas básicas de equilibrio, elegancia y armonía.
La colección Sakip Sabanci que ahora se expone fue creada a lo largo de la vida del difunto Sakip Sabanci, uno de los más famosos empresarios de Turquía y fundador de numerosas empresas internacionales a escala mundial. El Museo Sakip Sabanci de la Universidad Sabanci, que se abrió en 2002 en el exclusivo distrito de Emirgan de Estambul, a las orillas del Bósforo, se ha convertido en los últimos años en uno de los más importantes centros museísticos de Turquía.
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