Entre los escenarios posibles que se barajan estos días en Turquía, está el que el Tribunal Constitucional acabe rechazando la acusación contra el AKP pero invalidando a cambio la enmienda constitucional que permite el uso del velo en las universidades del país.
ANKARA (Zaman)
El gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que actualmente afronta una amenaza de clausura, ha decidido poner en marcha una serie de acciones para defenderse tras reflexionar sobre los acontecimientos de los últimos días, azuzados por la presentación el pasado viernes de varios cargos contra el partido por parte de un fiscal del estado acusando al AKP de haberse convertido en un centro de actividades anti-seculares.
El fiscal que presentó el caso, el Fiscal Jefe de la Corte Suprema de Apelaciones Abdurrahman Yalçınkaya, pidió también que a 71 miembros del partido, incluyendo al Primer Ministro Recep Tayyip Erdoğan y al Presidente de la República Abdullah Gül (que fue primer ministro en el anterior gabinete del AKP), se les prohiba ejercer la política durante cinco años.
Erdoğan, líder del AKP, ha decidido cambiar la Constitución y las leyes de Turquía sobre partidos políticos en los próximos 10 días para invalidar la autoridad de los fiscales para presentar demandas de disolución de partidos políticos. En declaraciones al diario Today´s Zaman sobre la cuestión, Nihat Ergün, vice presidente del grupo parlamentario del AKP, aseguró que el tema de la clausura estaría fuera de la agenda política turca en las próximas dos semanas a lo sumo. "No podemos simplemente sentarnos y ver cómo el incendio quema la economía. El Parlamento sacará esta cuestión fuera de la agenda política de Turquía en los próximos 10 o 15 días", dijo.
El AKP cree que un veredicto a favor de su clausura por parte del Tribunal Constitucional es altamente improbable. Los expertos jurídicos del AKP que revisaron la acusación preparada por Yalçınkaya dicen que las acusaciones son muy difíciles de probar y que las evidencias de la fiscalía son demasiado endebles, haciendo la acusación muy débil. Un escenario posible sería que el Tribunal Constitucional podría rechazar ver el caso por completo y desestimar la acusación. Los responsables del AKP creen que esta es una opción posible, señalando a muchos errores de forma encontrados en la acusación.
En el peor escenario, según responsables del AKP, el tribunal podría seguir adelante con el caso. Sin embargo, incluso en ese caso no esperan que el resultado sea la clausura del partido. La peor resolución supondría emitir una advertencia a los 71 políticos que afrontan la inhabilitación política durante los próximos cinco años según la acusación del fiscal, y quizás algunas medidas financieras que bloquearían o restringirían el acceso del AKP a las ayudas públicas garantizadas a los partidos políticos. Sin embargo, incluso ese sería un escenario bastante improbable, según creen los expertos jurídicos del AKP.
En el pasado, el Tribunal Constitucional cerró el Partido del Bienestar (RP) y su sucesor el Partido de la Virtud (FP) porque estos dos partidos estaban supuestamente convirtiéndose en centros de actividades anti-seculares en Turquía. Ergün, vicepresidente del grupo parlamentario del AKP, recuerda que el Partido de la Virtud estaba a punto de clausurarse cuando se hizo obvio que el RP sería cerrado. Mientras el correspondiente proceso estaba en marcha para la clausura del FP, los miembros del partido ya se habían puesto manos a la obra para montar el Partido de la Felicidad (SP). Los responsables del AKP dicen que su partido no puede ser asociado con ninguno de esto partidos de ninguna forma, añadiendo que ellos no crearán un nuevo partido.
En lugar de eso, el AKP intentará aprobar cambios constitucionales con la ayuda del opositor Partido del Movimiento Nacional (MHP), que ha dicho que también los apoyaría, para hacer más difícil para los órganos judiciales clausurar partidos políticos. La Constitución será enmendada según una propuesta esbozada después de que el AKP revise las constituciones y normas legales de Alemania, Portugal, España e Italia, cuatro países que tienen normas sobre ilegalización de partidos en sus constituciones. Un compendio medio de las normas comunes a estos cuatro países será integrado en la Constitucion de Turquía, según los planes del AKP.
Cuando los cambios surjan efecto, los responsables del AKP dicen que el principio será hacer responsable o culpable sólo al líder o a los miembros de las ejecutivas del partido acusado de actividades criminales. Junto con ese principio, nada excepto evidencias muy serias de una amenaza -tales como apoyar directamente la violencia- serán argumentos aceptables para clausurar un partido. Además, el cambio constitucional eliminará la ley que implica una inhabilitación política sobre los principales miembros de un partido político al ser clausurado.
Ergün dice "Dado que el cambio tendrá lugar en los próximos 15 a 20 días y el Tribunal Constitucional tardará, dicen, tanto como seis meses para tomar una decisión, la nueva Constitución influenciará muy seguramente en el veredicto, aunque no servirá para retirar el caso si el tribunal decide admitirlo".
Otros escenarios posibles fuera del AKP
Hay varias posibilidades que podrían ocurrir en los próximos días, según expertos legales ajenos al AKP. Uno de estos, que es muy probable según responsables del AKP, es que el Tribunal Constitucional rechazará la acusación con argumentos técnicos. En ese caso, sin embargo, la Oficina del Fiscal Jefe tendría aún la oportunidad de corregir los errores técnicos indicados y volver a presentarla con un documento corregido. Así que en algún momento durante el proceso el Tribunal Constitucional encuentra que la acusación es "aceptable", el caso será abierto oficialmente.
Un cambio hecho en la Constitución en 2001 hace la clausura de partidos políticos considerablemente más difícil de lo que era previamente. Antes, el voto de seis de los 11 jueces del Tribunal Constitucional era suficiente. Actualmente, siete de los jueces deben votar a favor para aprobar la clausura.
Otra posibilidad es que el Tribunal Constitucional dictamine que el AKP merece un castigo por sus actividades, pero un castigo distinto al cierre. En este caso, el acceso del AKP a las ayudas a los partidos políticos garantizadas por el Estado podría ser restringido.
Si el peor escenario ocurre el AKP es ilegalizado, eso significaría también la caida del gobierno. Cientos de diputados parlamentarios se convertirían en independientes. En caso de dimisión de estos diputados, Turquía podría tener que celebrar elecciones anticipadas.
Si el partido es disuelto, se prohibirá a Erdoğan partcipar en política. Podrá no obstante continuar en el Parlamento como diputado independiente.
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