MADRID (AFP)
El I Foro de la Alianza de Civilizaciones de la ONU terminó este miércoles en Madrid con una larga lista de medidas acordadas para fomentar el entendimiento entre culturas en el mundo y dando cita para una segunda edición en Estambul en 2009.
Turquía y España, copatrocinadores de la Alianza, aprovecharon el foro de Madrid para subrayar la importancia que tendría desde el punto de vista del diálogo intercultural la entrada de Turquía en la Unión Europea (UE), proceso en el que es candidata y al que se oponen grandes países europeos como Francia y Alemania.
Turquía y España, copatrocinadores de la Alianza, aprovecharon el foro de Madrid para subrayar la importancia que tendría desde el punto de vista del diálogo intercultural la entrada de Turquía en la Unión Europea (UE), proceso en el que es candidata y al que se oponen grandes países europeos como Francia y Alemania.
Todo ello en un foro de dos días en el que participaron unas 350 personas de más de 60 países del mundo político, cultural, religioso y económico, pero al que acudieron pocos jefes de Estado y ministros.
El viceministro iraní de Relaciones Exteriores, Ali Bagheri, lamentó la ausencia de Estados Unidos, al que acusó de alentar el terrorismo y usar a Al Qaeda y los talibanes. "Si los americanos dejan de dar apoyo a ese terrorismo", el asunto "se resolverá", manifestó.
El Foro de Madrid terminó "no con una declaración, sino con un programa de trabajo", destacó el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, en alusión a las 12 medidas acordadas en el campo de la educación, la juventud, los medios de comunicación y la religión.
Entre ellas, un acuerdo entre líderes de varias religiones para enseñar a los jóvenes a hacer frente a la influencia islamista, un Fondo de Solidaridad con los Jóvenes que dé becas relacionadas con el diálogo intercultural y la creación de una publicación para ayudar a las empresas a apoyar las relaciones interculturales.
Otras medidas anunciadas el martes son un plan para el fomento del empleo juvenil en Oriente Medio y el norte de África, al que se destinarán 100 millones de dólares, un Fondo de los Medios de Comunicación para elaborar informaciones que acaben con los estereotipos (10 millones de dólares) y una red de reacción rápida de personalidades que emitan mensajes apaciguadores en tiempos de crisis.
"La Alianza de Civilizaciones es una realidad que trabaja, tiene resultados y está comprometida a seguir trabajando para facilitar el diálogo y la comprensión entre culturas", resumió el ministro.
La vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, subrayó la importancia de los medios de comunicación en fomentar la convivencia entre comunidades, llamando a que eviten "la presentación sesgada o fundada en estereotipos de las diferencias culturales".
La Alianza de Civilizaciones es una iniciativa lanzada por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en 2004, después de los atentados islamistas del 11 de marzo de ese año en Madrid, que causaron 191 muertos, para el diálogo entre occidente y el islam.
La idea fue rápidamente auspiciada por el secretario general de la ONU, por entonces Kofi Annan, en un contexto de aumento del radicalismo islamista y del terrorismo internacional tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. Más tarde, el sucesor de Annan, Ban Ki-moon, nombró Alto representante para la Alianza al ex presidente portugués Jorge Sampaio, y un grupo de expertos de la ONU elaboró un informe con varias recomendaciones que varios países han asumido en forma de planes nacionales.
Las aportaciones a la Alianza, que cuenta con un grupo de amigos de unos 80 miembros, son voluntarias.
Turquía y España, coorganizadores, insistieron durante estos días en la importancia de que Ankara entre en la UE. El ministro turco de Relaciones Exteriores, Alí Babacan, subrayó "la importancia de que Turquía sea miembro de la Unión Europea desde la perspectiva de la Alianza de Civilizaciones". "El islam y la democracia pueden coexistir en un país", aseguró. Su par español estimó que la entrada de Turquía en la UE "tiene una importancia geoestratégica", resaltando el liderazgo de ese país con sus vecinos asiáticos.
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