MEHMET ALI BIRAND (artículo publicado el 4 de diciembre de 2007 en el diario Turkish Daily News)
Los resultados del estudio llevado a cabo por Tarhan Erdem para el diario Milliyet no fueron tan alarmantes como se esperaba. El porcentaje de mujeres que se cubren se incrementó sólo un 5% en los últimos cuatro años. En cuanto al incremento del 16% en el uso del türban o pañuelo islámico entre las mujeres que se cubren, es como una transición desde la falda larga a la mini falda siguiendo la última moda.
Me encuentro entre los que creen que el incremento del 5% en el conservadurismo no es un gran problema. Otros lo ven como una catástrofe. Tarhan Erdem está de acuerdo conmigo. Dice que este incremento no se debe a la intolerancia religiosa. En cuanto al incremento del 16% en el uso del türban o pañuelo islámico, puede ser interpretado como "la modernización según la moda de las mujeres que se cubren" y compararlas con las mujeres que han cambiado sus faldas largas por las cortas en el pasado. Pienso que el incremento en el uso del türban es un resultado directo del gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP). Los jóvenes prefieren el türban al chador. Al final, el conservadurismo está aumentando en Turquía, pero no veo razón para lamentarse sobre la cuestión.
¡Ankara! ¡Hora de despertar! Perdimos un año entero a causa de las elecciones de 2007. La agenda fue primero ensombrecida por las caóticas elecciones presidenciales, y después por las elecciones generales. Ni el AKP ni la oposición fueron capaces de predecir el resultado. Las expectativas del AKP eran especialmente pobres y provocaron que se terminase con cualquier política que tuviera probabilidad de hacer perder votos. El AKP temía que el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP) y el Partido Republicano del Pueblo (CHP) basarían sus políticas en la UE y el creciente nacionalismo. Al final, todas las puertas que conducían a la Unión Europea estaban cerradas. Las reformas se habían detenido. La UE se convirtió en un tabú que había que evitar. Los resultados de las elecciones hicieron que el AKP se diera cuenta de la enormidad de su error. El público turco demostró que estaba conforme con el objetivo de unirse a la UE como miembro de pleno derecho, eliminando la preocupación del AKP en esta cuestión. ¿Qué esperaría usted bajo estas circunstancias? Esperaría que el AKP mantuviese sus promesas al público, acelerara el proceso de reformas y devolviera a la agenda las reformas relativas a una serie de cuestiones como el Artículo 301 del Código Penal Turco que ensombrece las relaciones de Turquía con la UE, ¿verdad? Pues no, aún no han hecho nada. El Artículo 301 fue criticado y condenado de tal forma que esta cuestión debería haber quedado zanjada hace mucho tiempo. No se tomó ningún paso a pesar de las palabras amables del ministro de justicia.
El proceso de reformas sigue parado
Demasiadas leyes esperan una enmienda. Lo que más me molesta es el fracaso de Ankara en relanzar realmente la cuestión de la UE, que constituiría el factor más importante de legitimidad para el gobierno y la mejor prueba de la ausencia de una agenda oculta para Turquía. Nadie sabe qué hacer. Todo depende del primer ministro y todo el mundo espera su señal.
El aspecto más molesto de la situación es el fracaso para poner en marcha algunos programas destacados en el campo de la "COMUNICACIÓN", que es mucho más fácil de conseguir que las reformas. Ankara no mueve un dedo en este campo, donde hay tanto por hacer... La ignorancia reina en lo que se refiere a la UE. Los argumentos sobre el tema están basados en rumores y datos confusos generalmente difundidos por los nacionalistas, especialmente entre los estudiantes universitarios. El gobierno no quiso o no pudo llevar a cabo los pasos necesarios para corregir estos errores. Fracasó en animar a la Radio Televisión Turca (TRT) a que emitiera programas que el público pudiera entender fácilmente, o en presentar una serie de reportajes o debates interesantes sobre el tema. Ankara no es ni siquiera consciente de que el público turco necesita ser ilustrado. Tampoco se tomaron pasos para aliviar la ignorancia en Europa sobre Turquía.
Se nota la ausencia de Gül
La ausencia de Abdullah Gül se siente de muchas formas. Como ministro de exteriores, era como una locomotora a toda velocidad. Solía empujar al gobierno a tomar acciones, calentar a los ministros uno por uno, atizar la burocracia y soltar la cuestión de la UE en cada reunión del gabinete. Estaba entre los escasos políticos que podían decirle NO al Primer Ministro Erdoğan y convencerle de los pasos que necesitaban darse. Hoy, no hay nadie en el gobierno para enarbolar la bandera de la UE. La posición de Gül en Çankaya evita que interfiera tanto como solía hacerlo. Ya no tiene la misma capacidad de movimiento. Está muy limitado. Ahora, es el primer ministro quien tiene la bandera de la UE. Sin embargo, está tan ocupado que no tiene tiempo de pensar en la UE. El terrorismo del ilegal Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y la operación en Irak han llenado la agenda tan completamente que nadie es capaz de mirar a izquierda o derecha. Además, no hay nadie para alertar y empujar al primer ministro a la acción como Gül solía hacer. Por tanto, todo lo que hacemos es dejar que pase el tiempo. Este curso de los acontecimientos va a costarnos tiempo. Cuando finalmente despertemos y consigamos ponernos en marcha, tendremos que hacer un esfuerzo mucho mayor. Quisiera agarrar a Ankara por el cuello y gritarle: "¡Vamos, despierta!".
Mehmet Ali Birand es un conocido periodista y escritor turco
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