Hande Culpan, ANKARA (AFP) - El ministro de Asuntos Exteriores turco y probable próximo presidente del país, Abdulá Gul, es un ex islamista que asegura haber renegado de su pasado radical, aunque algunos ponen en duda su verdadero compromiso con el secularismo.
La controversia que envuelve su figura se hizo patente en el primer intento de su formación, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en el poder), de colocarlo a la cabeza de la jefatura de Estado el pasado abril. Millones de personas salieron entonces a la calle para protestar contra esa maniobra que, a su entender, ponía en peligro el laicismo de la República, al tiempo que el ejército amenazaba con tomar cartas en el asunto y la oposición boicoteaba la elección de Gul en el Parlamento.
La controversia que envuelve su figura se hizo patente en el primer intento de su formación, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en el poder), de colocarlo a la cabeza de la jefatura de Estado el pasado abril. Millones de personas salieron entonces a la calle para protestar contra esa maniobra que, a su entender, ponía en peligro el laicismo de la República, al tiempo que el ejército amenazaba con tomar cartas en el asunto y la oposición boicoteaba la elección de Gul en el Parlamento.
El resultado: el AKP se vio obligado a convocar elecciones anticipadas para el 22 de julio, en las que sin embargo ganó con contundencia, legitimando la candidatura de Gul.
El ministro es un hombre marcadamente beato, cuya esposa e hija visten el velo islámico en público, una práctica que los turcos seculares consideran símbolo de una militancia islamista que no quieren ver en el palacio presidencial.
Sin embargo, Gul, una figura de máxima confianza del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, repudia todas estas críticas y promete defender todos los sectores de la sociedad si es investido presidente.
Su candidatura fracasó en la primera vuelta de la elección presidencial parlamentaria el lunes, como preveían los analistas. Aún quedan dos vueltas para celebrarse esta semana.
Para muchos, Gul representa la cara moderada del AKP, que se presenta como un partido "conservador y democrático" comprometido con el laicismo, pese a que sus orígenes se hallan en una formación islamista hoy día ilegalizada. Durante su carrera política, Gul ha actuado como intermediario entre el entorno radical del que procede y los aliados occidentales de Turquía. Su labor ha estado marcada por un tono conciliador.
Su ascenso en el poder llegó con la victoria del AKP en las elecciones generales de 2002, cuando asumió la jefatura de Gobierno, después de que la justicia prohibiera al jefe del partido, Erdogan, ejercer ese cargo por una antigua condena por "incitación al odio religioso". Cinco meses más tarde, una reforma constitucional permitió a Erdogan convertirse en primer ministro y Gul fue nombrado número dos del gobierno y ministro de Relaciones Exteriores.
Nacido el 29 de octubre de 1950 en el seno de una familia modesta en el bastión islamista de Kayseri (centro), Gul es licenciado en Ciencias Económicas y titular de un máster y un doctorado en Economía cursados en Gran Bretaña.
En los años 90, se hizo conocer por sus declaraciones contra el laicismo, pilar fundacional de la República.
Tras trabajar durante unos años como economista en la sede del Banco de Desarrollo Islámico en Arabia Saudita, regresó a su país para participar en las elecciones legislativas de 1991 junto al ex primer ministro Necmettin Erbakan, pionero del islam político en Turquía.
En 1995, Gul fue nombrado ministro de Estado y portavoz del primer gobierno dirigido por un islamista en la Turquía moderna. Dos años más tarde, el ejecutivo fue derrocado por el ejército y su formación, Refah, fue ilegalizada unos meses después por "actividades anti-laicas".
Gul se pasó entonces a las filas del partido "Fazilet", disuelto igualmente por la justicia en 2001 y sucedido por el AKP.
El actual ministro de Exteriores es padre de tres hijos.
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