ANKARA (AFP) - Unos 42,5 millones de turcos votarán el domingo para elegir 550 diputados en unas elecciones anticipadas que fueron convocadas, en principio, para superar una grave crisis política, pero nadie espera que el veredicto de las urnas permita aportar una solución efectiva.
Los comicios provocarán una mayor fragmentación en el Parlamento con la previsible entrada de nacionalistas y kurdos, aunque con un papel en principio secundario frente a la polarización entre laicos y religiosos.
Las elecciones fueron adelantadas cuatro meses debido a la imposibilidad de nombrar a través del Parlamento un nuevo presidente de la República, ya que la oposición boicoteó la designación del único candidato, el canciller Abdulá Gul, presentado por el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado, en el poder). Gul, número dos del AKP, debió retirarse de la lucha.
Ese proceso provocó un tenso enfrentamiento entre el gobierno del primer ministro Recep Tayyip Erdogan y parte de la sociedad, incluido el ejército, que amenazó abiertamente con intervenir para proteger el carácter laico del Estado, que consideraba amenazado.
El AKP de Erdogan, que reniega de su pasado radical islamista, y su principal adversario socialdemócrata, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), son las únicas formaciones representadas en el actual Parlamento (en las elecciones del 2002 obtuvieron respectivamente 34% y 19% de los votos). Ahora, el AKP gobierna en solitario, pero la previsión de una cámara más plural puede obligar a pactar alianzas para asegurarse la mayoría. Sea cual fuere el resultado, el nuevo Parlamento deberá proceder rápidamente a la elección de un jefe del Estado con el riego de caer en el mismo callejón sin salida que hace tres meses.
Con este contexto sin precedentes en Turquía, los partidos minoritarios siguen lastrados por una ley electoral que impone un umbral del 10% de los votos en el conjunto del país para entrar en la cámara única de 550 escaños.
En esas condiciones se encuentran tres formaciones.
La primera es el Partido de la Acción Nacionalista (MHP), de extrema derecha, que se beneficia de la sensación de inseguridad provocada la recrudescencia de las acciones de los rebeldes kurdos. El MHP participó en los sangrientos enfrentamientos entre la izquierda y la derecha en los años 70 y 80 a través de su organización juvenil "Lobos Grises", entre los cuales estaba Mehmet Alí Agca, quien intentó asesinar al papa Juan Pablo II en 1982. Su dirigente, Devlet Bahçeli, de 59 años, purgó las filas a los elementos más radicales, aunque sigue destilando autoritarismo. Una de sus principales reivindicaciones es el restablecimiento de la pena de muerte.
El segundo es el Partido Demócrata (DP, centro-derecha) de Mehmet Agar, 56 años, un ex ministro. Agar salió mal de un intento fracasado de fusión con otro partido de su espectro y puede quedarse por debajo del 10%.
Por último, en la misma situación está el GP (populista), fundado para las elecciones del 2002 y que fue la sorpresa de esa cita con el 7% de los votos. Su éxito reposa en la popularidad de Cem Uzan, 46 años. Ese ex magnate, que perdió su imperio de prensa en medio de un escándalo de corrupción, es un líder carismático que atrae a las clases desfavorecidas.
Un nuevo elemento en los comicios será la presencia de candidatos independientes kurdos que se presentan sin adscripción para no estar sujetos al umbral del 10%. Si por lo menos 20 resultan elegidos, podrán formar grupo parlamentario.
La posición de estos actores políticos puede resultar determinante en caso de que el AKP no obtenga mayoría absoluta en el Parlamento.
LINKS RELACIONADOS:
EN ESTE BLOG:
Los alevíes votan por el laicismo
Turquía vive una "guerra de sondeos" ante las elecciones generales del 22 de julio
Turquía vive una "guerra de sondeos" ante las elecciones generales del 22 de julio
Empate técnico entre el AKP de Erdoğan y el socialdemócrata CHP en las elecciones turcas, según un sondeo
No hay comentarios:
Publicar un comentario