El Gobierno asegura que no autorizará aún una operación militar en el norte de Irak, tal y como se venía especulando
ESTAMBUL (EUROPA PRESS) - El presidente turco, Ahmet Necdet Sezer, vetó hoy la reforma constitucional que aprobó el Parlamento hace dos semanas para que el jefe de Estado sea elegido por sufragio universal directo en vez de por el actual sistema de votaciones en la Cámara. Mientras, los rumores sobre una operación militar transfronteriza en el norte de Irak continúan ganando fuerza, si bien el Gobierno turco aseguró esta tarde que ahora no es el momento.
Según establecen las leyes, el Parlamento debe celebrar ahora una nueva sesión en las que se debe aprobar por segunda vez el paquete de enmiendas. A continuación, Sezer no tendría otra opción que aprobarlo o llevarlo a referéndum popular. El gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) ya ha adelantado que la Cámara se volverá a reunir a principios de la próxima semana.
En una extensa argumentación, el presidente de la República señaló que la modificación a la Carta Magna no tiene una "justificación aceptable". La decisión de Sezer no ha sido ninguna sorpresa, puesto que ya ha vetado numerosos proyectos y nombramientos del AKP en el pasado.
La intención del Ejecutivo es que el próximo 22 de julio se celebren simultáneamente elecciones presidenciales y legislativas. Sin embargo, dados los plazos legales establecidos, es improbable que haya una doble cita electoral dentro de dos meses. La opción más realista en estos momentos es que el referéndum coincidiera con las generales anticipadas.
La reforma constitucional, propuesta por el AKP después de que la oposición boicotease el nombramiento del ministro de Asuntos Exteriores, Abdulá Gül, como presidente, prevé la elección popular del jefe de Estado, cuyo mandato se reduciría además de siete a cinco años prorrogable a otros cinco.
Asimismo, prevé otros cambios, como que los comicios legislativos por los que se renueva la composición del Parlamento se celebren cada cuatro años, en vez de cada cinco, y que el quórum para que una sesión parlamentaria sea válida se reduzca de dos tercios a un tercio.
Precisamente, la falta de quórum hizo que la candidatura de Gül a presidente fracasase hace casi un mes. Desde entonces, Turquía vive inmersa en una grave crisis política que ha reforzado aún más la polarización social entre quienes defienden al AKP y los defensores a ultranza del laicismo, representados por la mayor parte de la oposición, el Ejército y la burguesía profesional. No a una ofensiva en Irak
Paralelamente, Turquía ha sufrido esta semana el azote del terrorismo. Las especulaciones sobre una presunta acción militar en Irak se han multiplicado en los últimos días a raíz de dos atentados atribuidos por las autoridades locales al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea (UE).
Un 'kamikaze' se inmoló el pasado martes en un centro comercial de Ankara, terminando con la vida de al menos seis personas e hiriendo a más de un centenar. Asimismo, seis soldados del Ejército turco murieron ayer por la explosión de una mina terrestre colocada por el PKK.
Mientras, presuntos rebeldes kurdos detonaron hoy una bomba al paso de un convoy en el que viajaba el jefe de la Policía local en la provincia de Tunceli, en el este del país, si bien todos los ocupantes resultaron ilesos. Asimismo, el PKK colocó esta mañana una bomba en una vía férrea cerca de la estación de Suveren, en la provincia de Bingol (sureste), que provocó el descarrilamiento de siete vagones de un tren de mercancías.
Sin embargo, el jefe de la Diplomacia turca aseguró hoy que, por el momento, su Gobierno no va a preparar una moción en la que se pida la autorización del Parlamento para que el Ejército despliegue una operación transfronteriza en Irak. El objetivo de la misma sería destruir las bases terroristas que el PKK utiliza en el norte para infiltrar después a sus milicianos en territorio anatolio y cometer atentados. Sin embargo, reconoció que la paciencia de las autoridades turcas está "al límite".
La declaración de Gül contrasta con las palabras vertidas hace apenas dos días por el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, quien apuntó que la Cámara de Diputados daría luz verde a una operación así si las Fuerzas Armadas lo reclamaban formalmente.
Por otra parte, Gül reclamó un mayor apoyo de las tropas estadounidenses en la lucha contra el PKK. "Deseamos que el nivel de cooperación de Estados Unidos en la lucha contra las guerrillas se incremente. Ahora mismo no está en el nivel correcto deseado (...) Tenemos derecho a esperar ayuda de Estados Unidos e Irak contra las guerrillas", apostilló.
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