CANKIRI, Turquía (Reuters) - Suna Kacar, de 12 años, era hasta hace poco una de los casi 2 millones de niños que trabajan en las calles vendiendo artículos baratos o lustrando zapatos para llevar un poco de dinero a sus familias.
La pequeña es una de los casi 3.000 niños turcos que se benefician del proyecto de la Unión Europea para erradicar el trabajo infantil. El plan, con una dotación económica de 5,3 millones de euros pretende dar a los pequeños como Suna, en su mayoría de familias pobres, la posibilidad de una vida mejor enviando a muchos de ellos al colegio.
Esta es una de las muchas iniciativas de ayuda de la UE en Turquía, pero llega ante el descenso del apoyo popular a la entrada del país en el bloque del año pasado y ante la percepción de que los miembros actuales no quieren realmente que Ankara se una. Desde que comenzaran las conversaciones en 2005, la entrada de Turquía ha sido cuestionada por temas de derechos humanos y la situación en Chipre, mientras aumenta el nacionalismo de cara a las elecciones presidenciales de mayo y las generales de noviembre.
"Mi madre quiso que trabaje y antes no fui a la escuela. Ahora veo lo bueno que es para poder tener una profesión cuando crezca. Quiero ser enfermera", dijo Suna.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de la ONU casi un cuarto de los 74 millones de habitantes del país son niños de seis a 17 años. Uno de cada 10, 1,85 millones, trabajan en el campo, en pequeñas empresas o en la calle.
Con esta medida, los trabajadores infantiles recibirán desde equipos de educación a paquetes básicos de comida, dijo Ali Haydar Oner, gobernador de la provincia de Cankiri. También serán vigilados para comprobar que siguen escolarizados.
Padres en punto de mira
El proyecto también apunta a los padres de niños que trabajan. Se les enseña a leer y escribir y se les anima a realizar cursos vocacionales para comenzar a ganar dinero y evitar que sus hijos tengan que volver a trabajar.
"Es importante no dejar a los padres fuera porque la causa subyacente es la pobreza (...) Es importante crear mejores oportunidades laborales para los padres", dijo Holger Schröder, primer secretario de la delegación de la Comisión en su visita a Turquía.
El trabajo infantil también está alimentado por el desplazamiento interno, vinculado a su vez con la pobreza. Un estudio realizado por el Instituto Hacettepe de Estudios Poblacionales muestra que casi el 50 por ciento de la población vive en lugares distintos a donde nacieron. Schröder dijo que la UE planeaba dar más de 200 millones de euros a Turquía para proyectos de desarrollo de recursos humanos, como crear nuevos trabajos y mejorar la educación en tres años.
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