ESTAMBUL (TURQUIA), (EUROPA PRESS)
La ONG Reporteros sin Fronteras (RsF) denunció hoy las "negligencias" cometidas por la Policía de Estambul en la protección de Hrant Dink, el periodista turco de origen armenio asesinado el pasado 19 de enero, y reclamó a Turquía que enmiende el polémico artículo 301 de su Código Penal "en el menor plazo posible".
En un comunicado, la organización de defensa de la libertad de prensa exhortó de nuevo a las autoridades, y al Gobierno turco, "a hacer todo lo necesario para aclarar el caso, y juzgar a los responsables de la muerte de Hrant Dink". "Este asesinato no puede quedar impune, hay que hacer justicia", señaló.
Igualmente, deseó que el proyecto de enmienda del artículo 301 "concluya en el menor plazo posible, y que la cuestión de la libertad de prensa sea objeto de un serio debate político". "El 301", como se le conoce en Turquía, considera un crimen el "agravio público a la turqueidad" (identidad nacional turca), así como a la República y a los órganos e instituciones del Estado. El castigo por ello es una pena que oscila entre los seis meses y los tres años de cárcel.
En la nota de prensa, RsF hace un repaso a los numerosos fallos cometidos por las fuerzas de seguridad turcas a la hora de garantizar la vida del director de la revista 'Agos', que estaba amenazado por los círculos ultranacionalistas por denunciar el genocidio cometido contra el pueblo armenio por el Ejército otomano durante la I Guerra Mundial. En este sentido, recordó que la Dirección de Seguridad de Estambul contaba con una lista de sitios a proteger unos dos meses antes de que se produjera el asesinato, cuando el Parlamento francés aprobó una ley para penalizar la negación del genocidio. Entre ellos figuraba la sede de 'Agos', en el centro de la parte europea de la megalópolis. "Sin embargo, las autoridades no consideraron necesario proteger al periodista. Al día siguiente de su asesinato, en una conferencia de prensa conjunta, el prefecto y el jefe de la Policía de Estambul llegaron incluso a declarar que Hrant Dink no había solicitado protección policial", denunció la ONG.
Asimismo, evocó que la Policía y la Gendarmería turcas también estaban al tanto de los preparativos para matar a Dink gracias a las informaciones que recibieron en 2006 de su confidente Erhan Tuncel, uno de los muchos detenidos en este caso. A pesar de todo lo sucedido, abundó RsF, la publicación continúa recibiendo amenazas en forma de correos electrónicos. Un total de diez personas fueron detenidas por ello hace casi un mes, pero fueron puestas en libertad poco después.
Además, "la onda de choque del asesinato de Hrant Dink continúa conmocionando a la sociedad turca, al tiempo que aumenta la separación entre ultranacionalistas y pro armenios". Al respecto, la organización dio cuenta de que el pasado fin de semana dos jóvenes dispararon al aire frente a la iglesia donde se celebraba una misa en memoria del periodista.
La ONG Reporteros sin Fronteras (RsF) denunció hoy las "negligencias" cometidas por la Policía de Estambul en la protección de Hrant Dink, el periodista turco de origen armenio asesinado el pasado 19 de enero, y reclamó a Turquía que enmiende el polémico artículo 301 de su Código Penal "en el menor plazo posible".
En un comunicado, la organización de defensa de la libertad de prensa exhortó de nuevo a las autoridades, y al Gobierno turco, "a hacer todo lo necesario para aclarar el caso, y juzgar a los responsables de la muerte de Hrant Dink". "Este asesinato no puede quedar impune, hay que hacer justicia", señaló.
Igualmente, deseó que el proyecto de enmienda del artículo 301 "concluya en el menor plazo posible, y que la cuestión de la libertad de prensa sea objeto de un serio debate político". "El 301", como se le conoce en Turquía, considera un crimen el "agravio público a la turqueidad" (identidad nacional turca), así como a la República y a los órganos e instituciones del Estado. El castigo por ello es una pena que oscila entre los seis meses y los tres años de cárcel.
En la nota de prensa, RsF hace un repaso a los numerosos fallos cometidos por las fuerzas de seguridad turcas a la hora de garantizar la vida del director de la revista 'Agos', que estaba amenazado por los círculos ultranacionalistas por denunciar el genocidio cometido contra el pueblo armenio por el Ejército otomano durante la I Guerra Mundial. En este sentido, recordó que la Dirección de Seguridad de Estambul contaba con una lista de sitios a proteger unos dos meses antes de que se produjera el asesinato, cuando el Parlamento francés aprobó una ley para penalizar la negación del genocidio. Entre ellos figuraba la sede de 'Agos', en el centro de la parte europea de la megalópolis. "Sin embargo, las autoridades no consideraron necesario proteger al periodista. Al día siguiente de su asesinato, en una conferencia de prensa conjunta, el prefecto y el jefe de la Policía de Estambul llegaron incluso a declarar que Hrant Dink no había solicitado protección policial", denunció la ONG.
Asimismo, evocó que la Policía y la Gendarmería turcas también estaban al tanto de los preparativos para matar a Dink gracias a las informaciones que recibieron en 2006 de su confidente Erhan Tuncel, uno de los muchos detenidos en este caso. A pesar de todo lo sucedido, abundó RsF, la publicación continúa recibiendo amenazas en forma de correos electrónicos. Un total de diez personas fueron detenidas por ello hace casi un mes, pero fueron puestas en libertad poco después.
Además, "la onda de choque del asesinato de Hrant Dink continúa conmocionando a la sociedad turca, al tiempo que aumenta la separación entre ultranacionalistas y pro armenios". Al respecto, la organización dio cuenta de que el pasado fin de semana dos jóvenes dispararon al aire frente a la iglesia donde se celebraba una misa en memoria del periodista.
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