ESTAMBUL, TURQUIA (EUROPA PRESS)
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, no debería convertirse en el próximo presidente de la República, ya que sería un "desafortunado revés tanto para el país como para su partido", opinó el diario británico 'The Finantial Times' (FT) en su edición de hoy.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, no debería convertirse en el próximo presidente de la República, ya que sería un "desafortunado revés tanto para el país como para su partido", opinó el diario británico 'The Finantial Times' (FT) en su edición de hoy.
"El hombre más poderoso en uno de los Estados más importantes de Europa está a punto de alcanzar la ambición de una vida. Recep Tayyip Erdogan, el otrora fanático islamista convertido en primer ministro, tiene a mano la Presidencia de Turquía. Es una posibilidad atractiva, pero el señor Erdogan debería decir 'no' (...) Está en juego nada menos que la futura dirección de Turquía", señaló el 'FT' en un artículo titulado "Diga no, señor Erdogan".
En opinión del rotativo, con Erdogan como presidente "las tensiones culturales" en Turquía "explotarían". "El puesto es sumamente sensible, ya que se le otorga a su inquilino un papel decisivo en los nombramientos judiciales, académicos y burocráticos", indicó el 'FT', agregando que en torno al 70% de los turcos se opone a que el ahora primer ministro asuma la jefatura de Estado. "Y con razón", valora el diario, que ofrece a continuación algunas de las razones por las que no debería ser presidente.
"El señor Erdogan no ha hecho lo suficiente para mostrar que protegería el delicado orden constitucional del país, la responsabilidad principal de la presidencia. Con anterioridad, dentro de su mandato, coqueteó con la idea de criminalizar el adulterio. El año pasado trató de otorgar el Banco Central al jefe de una institución que sigue los preceptos islámicos financieros y no cobra tasas de intereses. Bajo una Presidencia de Erdogan, la controversia sobre el pañuelo (prohibido en las universidades y edificios estatales) estallaría como nunca lo ha hecho hasta ahora", consideró el periódico.
"La estabilidad del país -continúa el FT- se vería minada por un enfrentamiento entre el señor Erdogan y la élite secular del país. Es una confrontación que ni él ni Turquía se pueden permitir. La transformación de Turquía en un país moderno, europeo, no ha terminado. Tampoco el AKP ha completado su propia metamorfosis. Para seguir haciendo que el país avance, el señor Erdogan debería quedarse de primer ministro".
En este sentido, subrayó que Erdogan ha liderado "el Gobierno más estable" de Turquía en los últimos años. "Bajo la presión de la Unión Europea, ha reducido el poder del Ejército, ha tomado duras medidas contra la tortura y ha concedido más derechos a las minorías". "Dicha combinación de estabilidad, reforma y acercamiento a la Unión Europea ha abierto mucho el potencial económico de Turquía, generando índices de crecimiento más elevados y atrayendo más inversión directa extranjera", apostilló.
La Gran Asamblea Nacional turca debe elegir un nuevo presidente antes de que concluyan, a mediados de mayo, los siete años de mandato de Ahmet Necdet Sezer. Dado que el Partido Justicia y Desarrollo (AKP, en el poder) cuenta con mayoría absoluta en la Cámara, cualquier candidato de dicha formación se alzaría sin problemas con el puesto. Erdogan ha dejado claro en más de una ocasión que consultará primero a otros partidos políticos y a las ONG antes de proponer a un aspirante a la Presidencia, lo que hará en las próximas semanas. El primer ministro no ha descartado su propia candidatura, un hecho que sería visto con recelo por muchos círculos políticos y militares en Turquía.
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