HE PERDIDO A UN AMIGO: HRANT DINK
YUSUF KANLI (artículo publicado el 20 de enero de 2007 en el diario Turkish Daily News, traducido del inglés original)
YUSUF KANLI (artículo publicado el 20 de enero de 2007 en el diario Turkish Daily News, traducido del inglés original)
Cualquiera que haya sido el motivo que estuviese detrás del atentado y quien quiera que sea el asesino, Turquía y Armenia han perdido ambas un hijo muy importante, que estaba intentando contribuir a construir los puentes de la paz y el entendimiento entre su Turquía natal y Armenia, el país con el que tenía una afiliación étnica.
Estuvimos hablando hace un tiempo con mi amigo Hrant Dink sobre una entrevista que había tenido con otro amigo, Kaan Soyak, el co-jefe de la Oficina Turco-Armenia de negocios, sobre la involucración del difunto Ahmet Ertegün en los esfuerzos de reconciliación entre turcos y armenios.
Dink estaba bastante feliz de que a través de una entrevista con la persona directamente implicada en los esfuerzos de Ertegün yo hubiese puesto fin a la especulación, en particular de algunos líderes de la diaspora armenia, de que el fallecido jefe de Atlantic Records apoyase fervientemente las reivindicaciones armenias sobre que el desintegrado Imperio Otomano había cometido un genocidio en el primer cuarto del pasado siglo. "No podemos ir por ahí con semejantes réplicas y contra-réplicas. No se puede esperar de los armenios que olviden lo que ocurrió durante aquellos años. Pero, yo soy también un ciudadano turco. ... Soy un turco de origen armenio. El pueblo turco de hoy no puede ser hecho responsable de lo que ocurrió hace casi un siglo," dijo Dink. ... Pero, también hizo incapié en que como quiera que se llamase, en algún momento Turquía debería reconocer el inmenso sufrimiento de la población armenia de esta tierra, hacer las paces con su propia historia, a la vez que los armenios necesitaban adoptar un tono más reconciliador en su acercamiento a Turquía, de manera que se hiciera posible para los pueblos turco y armenio mirar al futuro juntos mejor que enzarzarse en una guerra de palabras del tipo "lo hicisteis, no lo hicimos", que no servía a los intereses de ninguna parte.
Hrant era optimista sobre que alguna clase de diálogo secreto estaba en proceso entre Turquía y Armenia, y esperaba que ambos países salieran antes del próximo abril con un comunicado declarando la inauguración de un nuevo y prometedor período entre los dos países. Algunas otras fuentes habían contado a este escritor hacía algún tiempo que seguramente era muy probable que Armenia aceptaría la creación de dos comisiones conjuntas con Turquía. Una comisión estaría compuesta de historiadores y examinaría las reivindicaciones sobre genocidio, mientras la otra comisión examinaría todos los asuntos políticos pendientes entre los dos países.
"¿Qué dirías sobre estas peticiones?" le pregunté a Hrant. "Es demasiado pronto para hablar sobre nada. No tengo suficiente información concreta aunque sospecho que debe haber intensos esfuerzos tanto en Washington como en Ankara y Yerevan para hacer algo antes de que este asunto del genocidio se le vaya de las manos al Congreso de los EE.UU. Antes de que sea demasiado tarde, creo que algo se hará por parte de Yerevan de manera que Turquía pueda abrir la frontera con Armenia, y que la administración estadounidense pueda así usar esos progresos para evitar que los Demócratas legislen una resolución sobre el genocidio armenio." Cuando me enteré del asesinato de mi querido amigo Hrant, el editor en jefe del semanario turco-armenio Agos, estos fueron algunos de los recuerdos que me vinieron... Los canales de televisión estaban mostrando imágenes de la escena del crimen. El cuerpo inerte de Hrant, cubiereto con un trozo de tela yacía en el frío pavimento.
Los periodistas decían que la policía había encontrado tres casquillos de bala vacíos en la escena del crimen, y algún testigo ocular ayudó a identificar los rasgos de un solitario asesino. ¿Quién era? En un artículo del 10 de enero que había escrito en Agos, Hrant dijo que tenía el presentimiento de que algunas personas podrían andar detrás de él. Escribió que aquellas personas podrían no ser necesariamente el grupo de abogados nacionalistas que habían estado bombardeando los tribunales turcos con querellas contra intelectuales turcos, incluyendo al mismo Hrant, sobre las bases de que bajo el Artículo 301 del Código Penal Turco (TCK) debían ser perseguidos por insultar la identidad turca. ¿Quién es el asesino de mi amigo? ¿Un núcleo duro de nacionalistas incitó a llevar a cabo tan atroz crimen? ¿O creó el marco para este terrible acto a causa de una disputa personal entre él y Dink? ¿Intentaba el asesino crear una provocación contra un posible buen entendimiento entre Armenia y Turquía? ¿O era un agente que había preparado una acción que fortalecería las posiciones del grupo de presión armenio anti-turco en el Congreso estadounidense en favor del reconocimiento del llamado genocidio?
Cualquiera que fuese el motivo que había detrás de este acto frío y sangriento y quien quiera que sea el asesino, Turquía y Armenia han perdido ambas hoy a un hijo muy importante y yo he perdido a un amigo muy querido, que estaba intentado contribuir a construir los puentes de la paz y el entendimiento entre su Turquía natal y el país con el que le unía una afiliación étnica, Armenia. Este no ha sido sólo un ataque contra Hrant, ha sido al mismo tiempo un ataque contra Turquía y las perspectivas de paz entre Turquía y Armenia.
Yusuf Kanli es editor en jefe del diario turco en inglés Turkish Daily News
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