ESTAMBUL, 31 (EP/AP)
El embajador de Estados Unidos en Turquía, Ross Wilson, aseguró hoy que la Administración del presidente George W.Bush se opondrá de manera activa a la resolución que reconoce la muerte de 1,5 millones de armenios al final de la Primera Guerra Mundial como un genocidio, y que podría ser votada en la Cámara de los Representantes. Diputados demócratas y republicanos se refirieron a esta resolución durante una rueda de prensa celebrada ayer. El Gobierno estadounidense ha advertido de que un debate en el Congreso sobre este asunto podría perjudicar las relaciones con Turquía.
El embajador de Estados Unidos en Turquía, Ross Wilson, aseguró hoy que la Administración del presidente George W.Bush se opondrá de manera activa a la resolución que reconoce la muerte de 1,5 millones de armenios al final de la Primera Guerra Mundial como un genocidio, y que podría ser votada en la Cámara de los Representantes. Diputados demócratas y republicanos se refirieron a esta resolución durante una rueda de prensa celebrada ayer. El Gobierno estadounidense ha advertido de que un debate en el Congreso sobre este asunto podría perjudicar las relaciones con Turquía.
"La Administración estará activamente implicada con el Congreso para oponerse a esta resolución", aseguró el embajador, en un comunicado enviado a los medios de comunicación en Turquía. "La posición de la Administración Bush sobre este asunto no ha cambiado", subrayó.
En su comunicado, Wilson se refirió a las muertes de los armenios como "acontecimientos trágicos que tuvieron lugar al fin del Imperio Otomano", y no como genocidio. Turquía ha negado firmemente que su Estado predecesor, el Gobierno otomano, causara las muertes de los armenios como un genocidio planeado. Además, sostienen que el balance de muertos se ha exagerado, y que los armenios murieron o se vieron obligados a dejar sus hogares debido a los disturbios civiles durante la confusión que siguió al colapso del Imperio.
Sin embargo, y a pesar de la fuerte oposición turca, un número creciente de países reconoce estas muertes como un genocidio. El diputado demócrata por California, Adam Schiff, y otros defensores de la resolución en la Cámara de los Representantes norteamericana aseguran que tienen el compromiso de otros 150 miembros que quieren añadir sus nombres como copatrocinadores después de la introducción de la legislación, lo que supondría un importante apoyo.
Además, los partidarios de la resolución aseguran que la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, que ha expresado su apoyo, podría caer bajo la presión de la Administración Bush e impedir su voto
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