¿Por qué este blog?

Pablo Gómez

Hasta hace no muchos años, todo lo que había oído hablar sobre Turquía eran cosas negativas. Poco más sabía de los turcos que lo que había visto en películas como el Expreso de Media Noche, Lawrence de Arabia, y tantas otras... En cuanto a su historia, lo poco que sabía de Turquía era que habían acabado con el Imperio bizantino (tomando Constantinopla en 1453), que conquistaron media Europa hasta asediar Viena, que habían masacrado a los armenios a principios del siglo XX, y que mantenían un contencioso armado con la población kurda... Para un firme defensor de las causas perdidas, y un amante de la historia antigua, todo esto ya era más que suficiente motivo para mirar de reojo y con desconfianza a aquellos "salvajes" venidos del Este a acabar con la obra civilizadora greco-romana, que se dedicaban desde entonces a oprimir a cuantos pueblos caían bajo su yugo... El Islam no constituía un elemento de discordia para mí, mas al contrario, mi admiración por la civilización árabe y su cultura veía en aquellos jinetes arqueros montados a caballo venidos de las lejanas estepas a los destructores del Califato y su legado, lo que agravaba aún más si cabe mi desconfianza y mi recelo hacia los turcos. Si se me hubiese pedido por aquel entonces que pensase sobre la vida en Turquía, seguramente me habría imaginado a recios y serios hombres de tez morena y bigote prominente contemplando una danza de derviches, viajando en mula por caminos polvorientos, y a punto de lanzarse a la reconquista del Peloponeso, sino de matarse entre ellos mismos............

...Para cuando en el verano de 2006 acudí como responsable a un encuentro de jóvenes de toda Europa en Irlanda, afortunadamente mi pensamiento había evolucionado, cambiado, y estaba más abierto a recibir a aquellas gentes; si bien seguía siendo poco lo que sabía sobre Turquía, trate de informarme todo lo posible sobre su realidad actual, quizás más para tranquilizar a mis asustados alumnos (temerosos de ir a un sitio donde habría "musulmanes"...) que por una conciencia propia de ser un ignorante respecto a los turcos y a su país. Al fin y al cabo, por los informativos sabía que seguían siendo el eterno candidato a la UE, y en buena medida me los seguía imaginando como semi-campesinos montados en burro, de escasa cultura, preocupados sólo por el Islam y quizás por el fútbol, con sus mujeres cubiertas de ropas negras de pies a cabeza... En cuanto a unirse a la UE... ¿acaso estaba Turquía en Europa? ¿Qué podían aportarnos los turcos, sino problemas...? Sentía curiosidad, no obstante, por conocer a aquel grupo que iría a Irlanda... Quién sabe, quizás tuvieran algo interesante que contar.

Fue en este estado de cosas cuando emprendí ese viaje a Irlanda, en el que recibiría dos importantes golpes que me hicieron cambiar radicalmente mi forma de pensar y de ver a los turcos y a su cultura. La primera de todas, fue encontrarme en Irlanda a la gente más moderna y laica, más rica y culta, más cosmopolita y amigable, más abierta y tolerante, y más respetuosa y amable que me he encontrado nunca... De tal modo, que a su lado fueron los noruegos o los mismos irlandeses presentes en aquel encuentro los que me comenzaron a parecer aislados bárbaros venidos del Norte... Ni que decir tiene que, en contra de lo que yo mismo esperaba (pues en aquel contexto "europeo" los turcos parecían estar destinados a quedarse al margen), fue precisamente con los turcos con quienes los españoles acabamos congeniando mejor: por afinidad de cultura, modo de vida, carácter... Los turcos allí presentes se ganaron nuestra simpatía y admiración; no sólo la de los españoles, sino la de todos los "europeos" (nótese aquí que los turcos se consideran tan europeos como nosotros) allí presentes............ El segundo "golpe" que me llevé (muy afortunado este) fue sin duda conocer, entre esas gentes de Turquía, a la que hoy en día es la mujer de mi vida...

Desde entonces, mi afán por conocer más sobre Turquía, sus gentes, su cultura, su historia, etc, ha ido creciendo, como es lógico. Pero en este camino ha sido mucho el prejuicio y la ignorancia que me he encontrado: ignorancia por desconocimiento pero también por dejadez, ignorancia de propios y extraños, que hace que continuamente se repitan los mismos tópicos (aquellos que no hace tantos años repetía yo...) y que se siga viendo a menudo con desconfianza el acercamiento de Turquía a Europa, o viceversa... Porque si algo cree el que estas líneas escribe, tras haber visitado aquel maravilloso y sorprendente país (y esperar visitarlo en muchas más ocasiones), es que hoy en día no es tanto Turquía la que necesita a Europa, sino Europa la que necesita a Turquía. Por todo lo que nos puede aportar, con su experiencia y su historia, con su particular modo de abordar esa visión laica del Islam, por lo que es -en definitiva- Turquía: un puente entre Oriente y Occidente, la "Sublime Puerta" (nunca mejor dicho) que comunica dos mundos por demasiado tiempo separados aun siendo tan cercanos, y mútuamente incomprendidos...

Por todo eso, y por muchas otras cosas que seguramente a la hora de escribir estas líneas se me escapan, es por lo que he sentido la necesidad de crear un espacio (uno de tantos, espero) en el que ese espíritu de encuentro, de comunicación y de conocimiento mútuo entre el Este y el Oeste se junten. Para que aquellos que aún piensan como algún día llegué yo a pensar, se den cuenta de cuán equivocados podemos llegar a estar... Para que en estos tiempos, de miedo y desconfianza a lo diferente, a todo cuanto viene del Oriente, nos demos cuenta de que es mucho más lo que nos une, que lo que nos separa.

Ojalá que así sea.

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